1 cdta. | Comino, semillas (2,1 g) |
2 cdas. | Semillas de cilantro (10 g) |
2 cm | Jengibre crudo (22 g) |
5 | Chalotas, crudas (100 g) |
5 dientes | Ajos, crudos (15 g) |
2 pencas | Hierba limón (50 g) |
3 | Chiles tabasco, rojos, crudos (eco?) (15 g) |
1 cdta. entera | Especias, pimienta negra (2,9 g) |
½ | Pimiento, rojo, crudo (82 g) |
2 cdas. | Pasta de tomate, sin sal (32 g) |
3 | Hojas de lima caffir, crudas (kafir, combava) (0,60 g) |
½ | Lima, cruda (34 g) |
10 g | Hojas de cilantro crudas |
1 pizca | Sal de mesa (0,40 g) |
50 ml | Agua potable (50 g) |
Antes de empezar
Tostar las semillas de comino y de cilantro en una sartén durante unos dos minutos. Raspar la piel del jengibre con una cuchara (también puede hacerlo con un cuchillo) y picar el rizoma en trozos grandes. Pelar las cebollas chalotas y picarlas en trozos grandes también. Pelar el ajo. Picar la hierba limón igualmente en trozos grandes. Si desea que el plato sea menos picante, retire el tallo y las semillas de los chiles.
Según la receta original, puede agregar de forma adicional un chile ojo de pájaro (muy picante).
Preparación
Triturar con una batidora o en una picadora de alimentos las semillas tostadas junto con el jengibre, las cebollas chalotas y la hierba limón. Agregar los chiles frescos, el pimiento, la pasta de tomate y las hojas de lima kafir.
En la receta original, el autor emplea pimientos asados de bote. Si prefiere elaborarlos en casa, encontrará varios consejos en el apartado «Preparación alternativa».
Exprimir media lima e incorporar el jugo a los ingredientes de la batidora. Lavar el cilantro fresco y agregar también las hojas. Añadir sal y un poco de agua (máximo 50 mililitros) y triturar hasta conseguir una pasta uniforme.
La receta original lleva dos cucharaditas de sal para las doce raciones que nosotros hemos determinado (eche un vistazo al apartado de «Consejos»).
Conservación
Separar la cantidad deseada y dividir el resto en porciones de hasta 100 gramos. Congelarlas.
Si congela la pasta, podrá utilizarla hasta dos meses después. Además, esto le permitirá tenerla preparada con antelación.
Esta pasta de curry rojo tailandés lleva jengibre y hojas de lima kafir. Se puede emplear como base del curry rojo tailandés o de la sopa Tom Yum.
Perfil nutricional: con esta receta obtiene un «ingrediente» del que posteriormente solo utilizará pequeñas cantidades, por lo que, en este caso, no vamos a detenernos en su composición. De todas maneras, encontrará información detallada en "tablas de nutrientes" situadas bajo las instrucciones de la receta.
Comino: el comino y la alcaravea pertenecen a distintos géneros por lo que, aunque sus nombres sean similares en algunos idiomas (por ejemplo, en alemán), no están relacionados. Además, su sabor también es muy diferente. El comino en polvo tiene un aroma fresco y ligeramente picante que debe al cuminaldehído que compone su aceite esencial.
Semillas de cilantro: las semillas de cilantro contienen el 60 % de los aceites esenciales de la planta. Entre ellos encontramos sobre todo linalool y geraniol, que son los responsables del agradable aroma que desprenden las semillas al secarlas.
Jengibre: el jengibre es aromático y tiene un sabor picante y sabroso que debe al gingerol que contiene. A este se le atribuyen también sus efectos antiinflamatorios y anticancerígenos. Por su parte, el borneol y el cineol aportan al jengibre propiedades digestivas, reconstituyentes y antieméticas. Además, el jengibre estimula el apetito y mejora la circulación.
Hierba limón: la hierba limón o citronela, recuerda por su aspecto a la paja y tiene un sabor cítrico que se aprecia mejor cuando está fresca. Los responsables de su intenso aroma son los aceites esenciales que contiene. Por ello, es habitual golpear los tallos antes de utilizarlos para conseguir que sus aceites se disuelvan mejor.
Hojas de lima kafir: la lima kafir, también conocida como lima kaffir o combava, pertenece al género Citrus y es nativa de Asia. Las hojas frescas o congeladas se utilizan para aromatizar distintas recetas, aunque siempre es preferible utilizarlas frescas. La variante deshidratada aporta bastante menos aroma.
Jugo de lima: el jugo crudo, que tiene un gran porcentaje de vitamina C, es muy versátil y se puede añadir a un buen número de platos y bebidas, a los que aporta un toque cítrico. En comparación con el jugo de limón, el de lima tiene un aroma más marcado.
Cilantro: en cuanto al sabor del cilantro, las opiniones difieren enormemente. Algunas personas rechazan su intenso sabor, que les recuerda al jabón y les provoca nauseas. Según una estadística suiza, el 15 % de las personas alérgicas son sensibles al cilantro. Sin embargo, el cilantro le da un toque exótico al plato y no hay alternativas que consigan darle un sabor similar. El perejil liso, muy parecido en apariencia al cilantro, tiene un gusto totalmente distinto.
Sal: en la receta original se indican dos cucharaditas de sal para las doce raciones que nosotros hemos determinado. Hemos reducido la sal de forma deliberada, ya que nuestro objetivo es emplear la menor cantidad posible sin que se pierda sabor. Sin embargo, la necesidad de sal varía en función de los hábitos de cada individuo, por lo que queda a su elección. Si desea saber más sobre este tema, el libro «Sal, azúcar y grasas» aporta muchos datos al respecto.
Almacenamiento y uso posterior: si congela la pasta, podrá utilizarla hasta dos meses después. Además, esto le permitirá tenerla preparada con antelación. Para utilizar la pasta, saltéela primero con un poco de aceite para que desprenda todos sus aromas. Después, podrá usarla para preparar la receta de la sopa Tom Yum (página 63 del mismo libro).
Congelar ingredientes poco habituales: tanto la hierba limón como el jugo de limón y las hojas de lima kafir se pueden congelar. Así es fácil tenerlas a mano cuando las necesite.
Pasta de tomate casera: las pastas de tomates frescos, caseras y sin sal son muy versátiles y se pueden incorporar también a esta receta. Encontrará más información al respecto en el siguiente enlace: pasta de tomate casera de tomates frescos.
Pimiento asado casero: cortar el pimiento por la mitad y retirarle las semillas. Introducir en un horno precalentado a 220 °C y hornear durante unos 15 minutos.
Otra opción es, tal y como se indica en la receta, utilizar pimientos asados de bote o, como hemos hecho nosotros, emplear un pimiento fresco.