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Lechuga romana, cruda

La lechuga romana tiene un sabor fuerte. Se consume cruda en ensaladas o rehogada como verdura y, en comparación con otras variedades, es rica en vitamina C.
95%
Agua
 68
Macronutrientes carbohidratos 68.26%
/26
Macronutrientes proteinas 25.52%
/06
Macronutrientes grasas 6.22%
 

Los tres ratios muestran el porcentaje en peso de macronutrientes (carbohidratos/proteínas/grasas) de la materia seca (excl. agua).

Ω-6 (LA, <0.1g)
Ácidos grasos omega-5 como el ácido linolénico (LA)
 : Ω-3 (ALA, 0.1g)
Ácidos grasos omega-3 como el ácido alfa-linolénico (ALA)
 = 0:0

La proporción de ácidos grasos omega-6 y omega-3 no debería superar el  5:1. Enlace al texto explicativo.

Los valores no son significativos.

Tablas de nutrientes

La lechuga romana puede consumirse de distintas maneras: cruda en ensalada o rehogada como verdura. Los nervios de sus hojas cocidos son un delicioso acompañamiento cuando se sirven calientes.

Información general:

Del artículo de Wikipedia en español: «La lechuga romana o lechuga romanita, cos, italiana o escarola (a menudo denominada simplemente Romana o Cos) (de nombre científico Lactuca sativa L. var. longifolia) es una variedad de lechuga que crece con una larga cabeza y que posee una hojas robustas, alargadas y con un robusto nervio central. Al contrario que otras lechugas es más tolerante al calor».

Composición:

La lechuga romana está compuesta en un 3,3 % de hidratos de carbono, un 0,3 % de grasas y hasta un 1,2 % de proteínas. Además, es rica en vitaminas C y A, entre otras, e incluye minerales como potasio o calcio.

Usos culinarios:

«Su sabor es ligeramente amargo, por lo que es una de las lechugas más empleadas en ensaladas. La romana se emplea en la ensalada César. La lechuga romana se emplea en la celebración de la Pascua Judía y es una especie de hierba amarga que simboliza la amargura de los judíos al estar esclavizados en el antiguo Egipto. El American Institute for Cancer Research incluye la Lechuga romana entre los alimentos anticancerígenos».

Historia:

«La lechuga romana ya la conocían y utilizaban los egipcios alrededor del 4 000 a.C. y, en un principio, se cultivaba únicamente en las proximidades del mar Mediterráneo. Hoy en día es conocida en toda Europa y América *».

Temporada:

La temporada de la lechuga romana se extiende desde primeros de octubre hasta principios de febrero. A pesar de todo, esta variedad de lechuga se encuentra disponible durante todo el año. En algunos establecimientos, el corazón de la lechuga romana puede adquirirse por separado.

Conservación:

Las hojas de la lechuga romana son más gruesas en comparación con las de otras variedades, por lo que no es tan susceptible a las condiciones de almacenamiento. Además, si se envuelve en papel de cocina húmedo y se coloca en la parte inferior de la nevera, que suele ser la más fría, la lechuga romana puede mantenerse en perfectas condiciones incluso más tiempo.

Nota: * = Traducción del artículo de Wikipedia en alemán.

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