Los tomates de ensalada suelen tener una forma redondeada y algo chata que puede variar en su forma, color, tamaño o sabor según la especie. Sin embargo, disponen de un pericarpio grueso y tienen relativamente menos semillas y más lóculos, lo que hace que su pulpa sea más firme que la de otros tipos de tomate. A diferencia de las variedades más pequeñas, es habitual que este tipo de tomate se utilice para cocinar debido a su tamaño. Aunque necesitan un tiempo de maduración más largo que, por ejemplo, los tomates cherry, lo suplen con un sabor intenso, jugoso y aromático.
Composición:
«El principal componente de los tomates es el agua (aproximadamente el 95 %). Además, también contienen vitaminas como la A, la B1, la B2, la C o la E, niacina, sustancias vegetales secundarias y minerales, entre los que destacan el potasio y algunos oligoelementos. Aparte de las vitaminas que ya se han mencionado, en los tomates también podemos encontrar biotina, ácido fólico, niacina, tiamina, ácido pantoténico, alfa y beta caroteno, potasio, ácido clorogénico, tres ácidos de frutas, glicoalcaloides, glicoproteínas, lignina, luteína, licopeno (solo en los tomates rojos), cumarina, diez oligoelementos (cromo), sobre todo silicio; tiramina y zeaxantina. La piel del tomate está compuesta por hidrocarburos (alcanos superiores tales como n-nonacosano, n-triacontano y n-hentriacontano), ácidos grasos (palmítico, esteárico, oleico, linoleico y ácido linolénico), así como triterpenos (alfa y beta amirinia) y esteroles (beta sitosterol, estigmasterol); la piel del tomate cuenta con muchas sustancias activas (flavonoides) *».
Usos:
Por su tamaño, los tomates de ensalada no son una buena opción como aperitivo para picar entre horas, algo que sí se puede hacer con otras variedades como, por ejemplo, los cherry. Es bastante habitual prepararlos a la barbacoa o utilizarlos para elaborar salsas, ya que no contienen demasiado jugo. También se emplean para preparar ensaladas o sopas, o se consumen rellenos o gratinados.
Conservación:
«Para una conservación óptima se recomienda una temperatura ambiente entre los 13 y los 18 ºC con una humedad relativa del aire de entre el 80 y el 95 %. Al contrario que las verduras de hoja, el tomate se conserva bien hasta 14 días, en los que apenas pierde componentes importantes. Tanto consumidores como vendedores y cadenas de supermercado conservan, de forma errónea, los tomates en cámaras frigoríficas o neveras, donde pierden buena parte de su sabor, además de textura y conservación.
Si tarda demasiado en consumirse, la piel del tomate se vuelve más fina y arrugada, la pulpa se concentra y, en general, el fruto resulta muy blando al tacto. Sin embargo, esto no significa que el tomate ya no se pueda comer o se haya puesto malo.
Siempre que sea posible, el tomate debe conservarse separado de otras frutas y verduras, ya que mientras está almacenado libera etileno, un gas que acelera el metabolismo de las frutas y verduras que se encuentren cerca, hace que maduren más rápido y que se echen a perder antes *».
Tomate corazón de buey:
Todos las informaciones siguientes son traducciónes del artículo de «de.wikipedia.org/wiki/Ochsenherztomate»:
Información general: «El tomate corazón de buey es una variedad bastante extendida en España del tomate de ensalada. Cada tomate puede llegar a pesar hasta 500 gramos, tiene unas estrías muy marcadas y un color rojo brillante, además de ser muy carnoso. También los hay más oscuros, rosados o amarillos, por lo que su aspecto varía bastante. Recibe su nombre no solo por su apariencia, sino porque su volumen y peso son bastantes similares a los de corazón de un buey de verdad. Esta denominación es común también en otros idiomas (alemán: ochsenherztomate; italiano: cuore di bue; francés: coeur de boeuf; inglés: oxheart)».
Recogida del fruto: «Los frutos de esta variedad son grandes, no tienen una forma definida y tampoco son muy jugosos (en relación con otras variedades). Sin embargo, cuentan con más lóculos y contienen menos semillas. Normalmente, esta variedad se recoge cuando todavía está verde y va adquiriendo sus colores característicos según va madurando. En su punto óptimo de madurez, aproximadamente una semana tras la recogida, la pulpa del tomate corazón de buey se mantiene firme y entera, pero la piel se vuelve más blanda y sensible a la presión. El sabor del tomate tras la cosecha es un poco ácido, pero se vuelve muy dulce y adquiere su típico aroma según va madurando. Los tomates de corazón de buey completamente maduros deben consumirse rápido, pues una vez alcanzado ese punto no se conservan durante demasiado tiempo».
Otras variedades de tomate:
Además del tomate de corazón de buey que hemos presentado, en España podemos encontrar otras variedades del tomate de ensalada:
- Tomate de ensalada negro (Kumato)
- Tomate raf
- Tomate de ensalada White Beauty
- Tomate rosa (Tomate rosa de Barbastro)
Sin embargo, hay muchas otras variedades y colores, como el Hillbilly estadounidense o el Orange Russian ruso.
Nota: * = Traducción del artículo de Wikipedia en alemán.
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