La leche de soja, al igual que la nata de soja, es opaca, blanca o de color crema y tiene una consistencia muy parecida a la de la leche de vaca y su nata. En cuanto al sabor, aunque similar, tiene un cierto regusto a cereales.
Preparación de la nata de soja:
El siguiente enlace le llevará a nuestra receta: Nata de soja con aceite de cánola
Información general:
La nata de soja se elabora, tal y como sucede con la leche de soja, con semillas de soja fermentadas y agua, aunque en este caso, la mezcla está más concentrada. Pese a ser conocida como nata de soja o se compre con el nombre de nata de soja para cocinar, en realidad debería llamarse «mezcla cremosa de bebida de soja», pues se trata de una mezcla de soja líquida, aceite vegetal, emulsionantes naturales y estabilizadores. El resultado de la mezcla de estos ingredientes es un líquido cremoso que resulta similar, en cuanto a su consistencia, a la nata que se obtiene de la leche de vaca y, por tanto, puede tener los mismos usos.
Composición:
La leche y la nata de soja se distinguen notablemente de los derivados de la leche de vaca en algunos aspectos muy importantes: por un lado, el porcentaje de proteínas aprovechables y hierro es mucho más alto en las primeras y, además son más pobres en grasas saturadas, colesterol y sodio. Sin embargo, son menos ricas en calcio asimilable.
Usos y alergias:
La nata de soja la emplean especialmente aquellas personas que son alérgicas a la leche de vaca (aproximadamente, entre un 2 y un 3 % de la población) o que son intolerantes a la lactosa, ya que la nata de soja no la contiene. También resulta un buen sustituto para aquellos que padecen fenilcetonuria, una de las afecciones metabólicas más comunes y que hace que la digestión de las proteínas animales resulte muy complicada o imposible.
Asimismo, también lo es para las personas que prefieren evitar el consumo de productos animales, como los veganos.
Sin embargo, es importante señalar que la nata de soja no resulta digestible para todo el mundo y no es la mejor alternativa per se a la nata que se obtiene de la leche de vaca. Por ejemplo, las personas que tienen alergia al polen de abedul tienen un alto riesgo de sufrir una alergia cruzada, dado que las estructuras de las proteínas del polen y la nata de soja son bastante similares.
La nata de soja tiene unas propiedades muy parecidas a las de la nata tradicional de leche de vaca, por lo que se trata de un excelente sustituto para las personas que desean o deben evitar consumir productos de origen animal. La nata de soja puede utilizarse de la misma manera que la nata normal.
Para obtener una nata como la que se utiliza habitualmente para preparar postres debe utilizarse 500 ml de nata y 2 gramos de Agar-Agar, llevar la mezcla a ebullición durante un par de minutos y después dejarla enfriar. Por desgracia, este tipo de nata no es tan fácil de montar como la tradicional.
Datos de interés y elaboración:
La nata de soja se elabora mezclando leche de soja con aceite (por ejemplo, aceite de cánola) en una proporción de 2:1, aunque se puede añadir menos aceite si se quiere reducir la cantidad de grasas. Es habitual que, adicionalmente, se añadan estabilizadores y emulsionantes naturales. La nata de soja puede encontrarse en cualquier supermercado o prepararse en casa con leche de soja y aceite.
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