En los países hispanohablantes, las frutos del Lycium barbarum y del Lycium chinense se conocen como bayas de Goji o cerezas de Goji. Este arbusto pertenece a la especie Lycium, dentro de la familia de las Solanaceae.
En Europa Central, el Lycium barbarum es una especie introducida (no originaria de la zona, pero naturalizada).
Usos culinarios:
En China, las bayas de Goji se han utilizado para cocinar y en la medicina tradicional. Durante el verano y el invierno, las bayas se recogen y se secan al sol. Los frutos se cuecen o, si están dulces, también se comen crudos. Algunas variedades son muy ácidas. Asimismo, las hojas de las plantas jóvenes se preparan como verdura.
Dado que en Europa está prohibida la comercialización de otras partes de la planta, la industria solo trabaja con las bayas. También se pueden adquirir en forma de zumo. Más tarde, las bayas, de las que se decía que contenían un porcentaje de nutrientes fundamentales especialmente alto, comenzaron a comercializarse como «bayas de Goji» y a denominarse «superalimentos». Como consecuencia, se convirtieron en un alimento muy popular y cada vez más importado. Sin embargo, era habitual que contuvieran grandes porcentajes de pesticidas. En el año 2009, por ejemplo, todas las pruebas que se realizaron estaban muy contaminadas con Acetamiprid, un insecticida. Además de esta se encontraron más de diez sustancias nocivas.
Desde el año 2013 también se pueden encontrar en el mercado bayas frescas de origen europeo, que se pueden conservar secas o congeladas. Se emplean para elaborar zumos, mueslis, yogures o batidos.*
Composición:
Las bayas de Goji son ricas en betacarotenos, vitamina C, vitamina E y hierro. Además, también cuentan con colorantes vegetales como la zeaxantina y la luteína, que pertenecen a las xantofilas, un grupo de los carotenoides. Las bayas de Goji contienen polisacáridos e hidratos de carbono complejos con una estructura química similar a la de las Echinacea.
Usos medicinales:
Distintos estudios científicos postularon efectos positivos, sobre todo en lo que respecta a sus efectos antioxidantes, a la zeaxantina y a la luteína. En cuanto a la proporción de nutrientes, las bayas de Goji son similares a cualquiera de nuestras bayas locales. Por ejemplo, las grosellas negras contienen 180 miligramos de vitamina C por cada 100 gramos, mientras que las grosellas rojas contienen 41 miligramos y las bayas de Goji, 48 miligramos.
En China, las bayas de Goji se han utilizado tradicionalmente para aumentar el yin en casos de somnolencia, fatiga, resfriados, diabetes y anemia. En la medicina tradicional china, las bayas de Goji se consumen para combatir la presión arterial alta y el azúcar en sangre, para los problemas de visión, para proteger el sistema inmunológico y como prevención y tratamiento para el cáncer.
Preste atención y consúmalas con cuidado si tiene prescritos medicamentos coagulantes:
Los componentes de las bayas de Goji reaccionan con los citocromos y, por lo tanto, es posible que afecten al metabolismo hepático y que se produzcan interacciones con medicamentos. Los antagonistas de la vitamina K (por ejemplo, el fenprocumon), que se usan para diluir la sangre, ven su acción intensificada por las bayas de Goji, lo que aumenta a su vez el riesgo de hemorragias.*
Para terminar, cabe decir que las bayas de Goji son un alimento saludable, pero que a menudo se promocionan como superalimentos que en realidad no son, sobre todo si proceden de cultivos convencionales, en cuyo caso suelen estar cargados de pesticidas. Las bayas de Goji provenientes de cultivos orgánicos, por su parte, enriquecen mueslis y postres.
Información general:
El lugar de origen del arbusto Lycium barbarum no está claro del todo, aunque su hábitat natural se puede situar entre el sudeste de Europa y China. Una región típica en la que se puede encontrar en China es Ningxia. Se cree que desde allí se expandió como planta de cultivo por Asia, Europa, América del Norte, el norte de África, Australia y Nueva Zelanda.
Nota: * = Traducción del artículo de Wikipedia en alemán
Comentarios