Para el relleno y para las cebollas | |
100 g | Avellanas |
300 g | Brócoli, crudo |
½ cdta. | Sal de mesa (3,0 g) |
4 | Cebollas, crudas (440 g) |
1 cda. | Aceite de oliva (14 g) |
1 g | Azúcar moreno |
100 ml | Vino de mesa, blanco, sin variedad específica (99 g) |
100 ml | Caldo de verduras, con poca sal (99 g) |
Para refinar el relleno con gusto | |
½ | Limón, crudo, con cáscara (60 g) |
1 cdta. molido | Estragón molido (4,8 g) |
1 pizca | Sal de mesa (0,40 g) |
½ cdta. molida | Especias, pimienta negra (1,2 g) |
Para el relleno
Colocar las avellanas sin cáscara en una bandeja y tostar en el horno precalentado a 180 °C durante 15 minutos. Dejar enfriar, introducir las avellanas en una bolsa de plástico y frotar unas con otras hasta que se les caiga la piel. Triturar las avellanas ya peladas y dejarlas aparte.
Partir el brócoli en trozos grandes y rehogar durante 15 minutos con un poco de sal, hasta que se cocine. Mientras tanto, continuar con los demás pasos de la preparación.
Pelar las cebollas, cortar 1/4 de la parte superior y guardar el trozo cortado. A partir de la segunda capa, extraer con mucho cuidado las capas del interior de la cebolla con la ayuda de un sacabolas casi hasta llegar a su base. Apartar las cebollas ahuecadas para continuar con la preparación.
En caso de no tener un sacabolas a mano, se puede vaciar el interior de la cebolla con mucho cuidado utilizando un cuchillo pequeño.
Picar el interior que hemos extraído de las cebollas ahora huecas y pochar en una sartén con un poco de aceite. Subir la temperatura un poco, añadir el azúcar moreno y remover hasta que la cebolla se caramelice. Apartar la sartén.
Para las cebollas
Cortar la base de las cebollas hasta que puedan mantenerse derechas.
Añadir en una cazuela el vino blanco y el caldo de verduras y llevar a ebullición. Echar las cebollas vacías junto con el trozo cortado en la cazuela. Tapar y cocinar a fuego lento durante 25 minutos o hasta que estén hechas.
Asegúrese de que las cebollas queden apretadas en la cazuela para que no se caigan. El caldo solo debería cubrir las cebollas hasta la mitad.
Siguiente paso y refinamiento del relleno
Entretanto, mezclar la cebolla picada con el brócoli y triturar.
Rallar la cáscara del limón y exprimir el zumo con un exprimidor.
Añadir la ralladura y el zumo de limón junto con las avellanas y el estragón. Salpimentar y, si la mezcla queda un poco seca, añadir aceite de oliva al gusto.
Rellenar las cebollas con la mezcla de brócoli y servirlas calientes.
Las cebollas rellenas son una tapa muy lograda que demuestra, una vez más, que la comida vegana es de lo más completa.
Avellanas: se pueden comprar avellanas normales o se pueden comprar ya sin cáscara.
Aclaración sobre el azúcar: en la receta original se utiliza azúcar de caña, denominación que provoca confusiones. El azúcar de caña es lo mismo que el azúcar doméstico, que se obtiene de la caña de azúcar. Puede ser blanco o moreno. No hay que confundirlo con el azúcar no refinado, que es un producto de la caña de azúcar parcialmente procesado, o con el azúcar de remolacha que, si no se ha eliminado el jarabe que lleva adherido, conserva su color marrón.
Cebollas grandes: el autor utiliza para esta receta cebollas medianas o grandes. En caso de no tener un sacabolas o no estar familiarizado con su utilización, se recomienda comprar cebollas grandes para que el vaciado resulte más sencillo.
Cuchillo en lugar de sacabolas: en lugar de un sacabolas se puede utilizar un cuchillo para ahuecar las cebollas, lo que requiere de una destreza manual importante.
Hierbas aromáticas y condimentos: cada uno puede utilizar más hierbas aromáticas o condimentos a su gusto. Por ejemplo, la cantidad de sal y pimienta puede variar según cada uno, e incluso se puede añadir algo de cayena.