Para los espaguetis de calabacín | |
3 | Calabacines, con piel, crudos (588 g) |
Para la salsa de anacardos | |
2 tazas | Anacardos, ¿crudos, eco? (cajús) (260 g) |
1 pizca | Sal de mesa (0,40 g) |
150 ml | Agua potable (150 g) |
2 dientes | Ajos, crudos (6,0 g) |
Para la salsa de tomate | |
4 | Tomates, rojos, maduros, crudos (492 g) |
1 | Cebolla, cruda (110 g) |
½ cda. | Salsa de soja Genen Shoyu, baja en sal (8,0 g) |
Para los espaguetis de calabacín
Lavar los calabacines y utilizar un cortador en espiral para obtener tiras largas.
Si no tiene cortador en espiral, puede utilizar un pelador o un cuchillo.
Para la salsa de anacardos
Colocar los anacardos en una batidora de vaso y triturarlos hasta obtener una crema fina.
Añadir sal y agua. A continuación, pasar los ajos por la prensa de ajos e incorporarlos. Remover bien.
Para la salsa de tomate
Lavar los tomates y partirlos por la mitad. Retirar los corazones y después, cortar los tomates en trozos pequeños.
Picar la cebolla muy fina e incorporarla al tomate. A continuación, condimentar con la salsa tamari.
Servir
Servir los espaguetis de calabacín en un plato. Presentar las salsas por separado y llevarlas a la mesa en un par de salseras o echar un poco de cada una en el plato, tal y como aparece en la imagen que se puede ver más arriba (Espaguetis de calabacín con salsas de tomate y anacardos terminados y servidos en un plato).
Estos espaguetis de calabacín con salsas de tomate y anacardos son una alternativa a la pasta tradicional que hará que se le haga la boca agua.
Calabacines: no se deben consumir los calabacines que tengan un sabor amargo, pues ese sabor indica que el calabacín contiene sustancias tóxicas que pueden afectar al estómago y la flora intestinal. Si los cultiva usted mismo, debe vigilar que los niveles de sustancias amargas tóxicas no se deban a un retrocruzamiento con otras semillas o a un cruce con otras plantas del género Cucurbita que sean más ricas en estas sustancias.
Salsa tamari: la salsa tamari es una salsa de soja picante, pero suave. Se utiliza para refinar y condimentar platos y se elabora con semillas de soja, agua y sal. A diferencia de la salsa de soja shōyu, la salsa tamari no contiene arroz ni trigo.
Nosotros no consideramos la salsa de soja como un alimento crudo ya que, durante el proceso de elaboración, lo normal es que la soja se caliente. Esto se debe a que las leguminosas verdes de cualquier tipo resultan tóxicas para los seres humanos por la fasina, una glucoproteína que contienen. La fasina dificulta la absorción de nutrientes en el intestino, puesto que provoca hemaglutinación (agrupación de los glóbulos rojos) y si se consume en grandes cantidades también puede destruir las vellosidades intestinales. Los procesos de calentamiento (cocción, tostado, etc.) destruyen la fasina, lo que nos permite disfrutar de productos elaborados a partir de la soja como el tofu, el miso o el tempeh. Por lo tanto, los productos de soja no pasteurizados no se pueden considerar alimentos crudos, sino tan solo alimentos cocinados y «revividos» gracias a la fermentación.
Conservar los tomates correctamente: la mejor manera de almacenar los tomates es a una temperatura de entre 13 y 18 °C, con una humedad en el ambiente de entre el 80 y el 95 %. Si se almacenan en las condiciones adecuadas, los tomates se conservan perfectamente hasta 14 días. Como es de esperar, si se guardan en la nevera no solo pierden aroma, sino que también reducen su volumen.
Guardar salsa de soja: a diferencia de los tomates, la salsa de soja sí que hay que conservarla en la nevera. Una botella de salsa de soja abierta puede consumirse durante unos seis meses si la guardamos en la nevera. Si la dejamos en la despensa no se estropeará antes, pero sí que perderá color y aroma.
Cortador en espiral: el cortador en espiral es perfecto para cortar verdura en forma de tiras y simular la forma de los espaguetis. Si no tiene cortador en espiral, puede utilizar un pelador o un cuchillo.
Variantes de la salsa de anacardos: si prefiere otro sabor, puede emplear nueces de Brasil o nueces de macadamia en lugar de anacardos.
Mejorar la salsa de tomate: si así lo desea, puede añadir más vegetales a la salsa de tomate. El pimiento combina muy bien tanto con el calabacín como con el tomate, al igual que la berenjena.
Alternativas a la salsa de soja: si no le gusta la salsa de soja o es alérgico, otra opción es condimentar con hierbas aromáticas o caldo de verduras.