Los diferentes tipos de alimentación crudista. No elija desde el principio una fórmula muy estricta. Es preferible que aprenda mediante la práctica.
Este artículo profundiza en las diferentes fórmulas de alimentación crudista. Con algunas estará más de acuerdo y con otras lo estará menos. Cada autor esgrime sus propios argumentos en defensa del sistema de alimentación crudista que, tanto él como sus seguidores, consideran más adecuado.
Sectas son tanto las pequeñas organizaciones confesionales, que convierten lo accesorio en fundamental, como los grupos de seguidores de doctrinas filosóficas o políticas muy “cerradas”. Cada secta tiene su funcionamiento particular. En muchas ocasiones, cuando las concepciones sobre la vida no son claras e inequívocas, es posible que aparezcan situaciones similares. De este modo se crea una “singularidad” deliberada, o dirigida mediante creencias, que en la mayoría de los casos se basa en libros muy hábiles y convincentes, pero nada imparciales. Los autores de dichos libros confunden también lo accesorio con lo fundamental.
Una persona con una alimentación normal, que no se interese por el tema de la nutrición, puede pensar que los crudistas encajan igualmente en esta descripción.
A todo ello hay que sumar la evidencia de que cualquier forma de cambio dietético conlleva una suma de efectos positivos y negativos. Sin embargo, todas las fórmulas de alimentación crudista tienen generalmente en común la mejora de la salud, al menos de forma temporal. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades
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Todos nosotros debemos aspirar al logro de unos resultados lo más perfectos y duraderos posibles. La vida es en realidad un juego de compromisos (enlace en inglés). Y la posibilidad de implementar en la práctica un determinado tipo de dieta y lograr su optimización consciente es mucho más importante que una maximización a cualquier precio.
Sea crítico y pruebe diferentes alternativas, al menos como lectura, y encuentre de este modo su sistema de alimentación óptimo.
Evidentemente, la opción escogida puede variar según sea su estado de salud actual y su gusto (en el sentido de sabor). En muchos casos también podrá realizar una medición directa de los resultados. ¡No se deje encerrar en un esquema de alimentación estricto y aprenda con el paso del tiempo! Los experimentos están permitidos.
Al igual que sucede con la alimentación cocinada, en la dieta crudista existen también muchos y muy variados tipos de alimentación.
No he incluido aquí los innumerables regímenes dietéticos actuales, algunos sin duda beneficiosos y otros rechazables.
En este sentido, le aconsejo que no se fíe de los libros que llevan como subtítulo algo parecido a el único método que trata las causas de la obesidad y el sobrepeso, y las elimina para siempre
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Los libros de recetas y de cocina se escriben ahora por millares. Los más antiguos se encuentran a precios regalados en los mercadillos, rastros y tiendas de segunda mano, o a precios algo más caros en las librerías anticuarias.
En todos ellos descubrirá ideas increíbles sobre alimentación especial. Estoy seguro de que si lo leyese todo, no se atrevería a comer nada.
Tanto en la alimentación crudista como en la cocinada se utilizan los mismos términos. Sin embargo, los legos en la materia tienden a confundir las características típicas del crudismo, o a veces creen que todos los crudistas son vegetarianos. Por este motivo, les explicaré a continuación las diferencias existentes entre los tipos de alimentación que se dan en ambas corrientes y que se engloban bajo un mismo concepto conocido y permanente.
Los veganos son en realidad “vegetarianos estrictos”, es decir, personas que se alimentan exclusivamente de vegetales. En algunos casos, cuando este tipo de alimentación se vincula a razones éticas muy rigurosas, los veganos rechazan también el consumo de miel o la utilización del cuero.
Uno de los subgrupos veganos es el macrobiótico. Esta fórmula sólo puede darse en la alimentación cocinada ya que el arroz cocido es uno de sus ingredientes fundamentales.
Ciertas personas, tomando como base la idea de que los cereales sólo se han consumido durante un espacio de tiempo relativamente corto –comparado con el de la existencia humana–, renuncian a comer cereales y se concentran en las frutas y las verduras. Quizás pueda considerarse algo exagerado. Sin embargo, es evidente que hoy en día cada vez más personas padecen intolerancias ocultas relacionadas con los productos a base de cereales.
Otras personas limitan su alimentación aún más. Los frugívoros (frugivorismo, frutarianismo) sólo se alimentan, por ejemplo, de frutas, nueces y semillas. Este tipo de dieta también puede provocar alergias y desencadenar fácilmente síntomas relacionados con déficits de vitamina B6, calcio, zinc, hierro y yodo. Esta corriente de alimentación existe al menos desde 1893.
Algunos frugívoros se niegan incluso a perjudicar o matar plantas arrancando sus hojas o sus raíces. Nos encontramos ante un tipo de alimentación probablemente desequilibrada, aunque puede resultar conveniente para un periodo de tiempo máximo de diez años. Mi propósito no es en absoluto descalificar esta forma de alimentación. Al contrario, me gustaría reunir datos sobre experiencias concretas. Si es usted frugívoro, ¿le importaría enviarme dicha información?
Me interesa sobremanera conocer cómo se ha desarrollado lo anterior en la doctrina jaina (jainismo) durante sus más de 2.500 años de existencia, y con qué resultados. Los jainas no son frugívoros sino que alimentan siguiendo unas reglas específicas con las que protegen la vida al máximo. Determinados jainas no comen ninguna parte de una planta que pueda ponerla en peligro. Teniendo en cuenta los riesgos de déficits nutritivos, es un tipo de alimentación viable, pero no óptima a largo plazo.
Desde el año 2005 se sabe que el número de personas sensibles al gluten es mucho mayor de lo que se creía con anterioridad. Sin embargo, una intolerancia alimentaria detectada a tiempo no tiene por qué suponer un problema, sólo resulta necesario prescindir de ciertos alimentos.
Las molestias digestivas (malabsorción) se traducen con frecuencia en flatulencia (desde meteorismo o flatulencia hasta indigestión).
Los pseudocereales, como el amaranto (también el amaranthus cruentus americano), la quinoa, el cenizo –todos ellos de la familia de las amaranthaceae– y los fagopyrum (centidonias), no son gramíneas desde un punto de vista botánico y constituyen por lo tanto un buen sustitutivo de los cereales para personas con intolerancia al gluten; por ejemplo, para quienes padecen una enfermedad celíaca.
Cada vez se conocen más casos de niños y adultos que no toleran ni el gluten ni la caseína (presente en la leche y algunos de sus derivados) y que practican una alimentación GFCF (gluten-free, casein-free) (enlace en inglés), es decir, sin gluten y sin caseína. Sobre todo las personas que padecen autismo o TDAH, así como otros trastornos, deberían prescindir rigurosamente de productos lácteos y de cereales. Este conocimiento no está muy extendido, pero ¡las diferencias son enormes! Véase en este sentido la reseña del libro La mentira de la alimentación.
Según la Wikipedia se detectan, en función del tipo de pruebas utilizadas, anticuerpos anti-gliadina (AGA) en un porcentaje de entre un 3 y un 15% de la población, es decir, una sensibilidad al gluten idiopática (GS, sensibilidad al gluten no celíaca NCGS, intolerancia al gluten).
Algo significará el hecho de que la Wikipedia alemana, tras algunas explicaciones relacionadas con los cereales, incluyera la siguiente cita: Una reciente publicación se cuestionaba incluso si los cereales son realmente saludables para alguien
. Se refiere a una publicación del año 2006. (El enlace correspondiente en la Wikipediaalemana ya no se encuentra disponible).
La enteropatía sensible al gluten (ESG) se diagnostica tan sólo desde ¡el año 2005! Se trata de una fase previa de la enfermedad celíaca. Esto significa que la celiaquía puede prevenirse si se detecta a tiempo la ESG y se modifica la dieta en consecuencia. Por otro lado, esto nos recuerda que los libros de moda sobre dietas especiales pueden generar enormes confusiones en este sentido. La cuestión es evidentemente mucho más compleja.
Los lacto-vegetarianos no prescinden de todos los alimentos animales sino que consumen leche y productos lácteos, pero no huevos. En el caso de los ovo-vegetarianos sucede lo contrario. No consumen ningún producto lácteo, pero sí consumen huevos.
Los ovo-lacto-vegetarianos son aquellas personas que no se alimentan con productos procedentes de animales muertos. A los animales terrestres, se suman los peces, los moluscos y los crustáceos. Igualmente pueden adoptar fórmulas más estrictas como las descritas con anterioridad. Los legos en la materia suelen referirse a los ovo-lacto-vegetarianos simplemente como vegetarianos.
Los términos como vegano o lacto-vegano delimitan aún más la tipología general de la alimentación vegetariana.
En realidad no puede calificarse de vegetarianas a las personas que consumen pescado, en todo caso estaríamos hablando de pseudovegetarianas. En ocasiones también se utilizan términos como semivegetariano, vegetariano a tiempo parcial o cuasi-vegetariano para referirse a las personas que prescinden de carnes rojas, pero que consumen de vez en cuando pescado o pollo, o muy raramente carne.
Cuando los “animales muertos” de los que se prescinde no son animales de sangre caliente sino animales acuáticos, entonces se aplican términos como pesco-vegetariano o pescetariano, pescetarianismo (enlace en inglés), ovo-lacto-pesco-vegetariano y pesci-vegetariano.
Me gustaría señalar aquí que mientras no quede resuelta definitivamente la cuestión del déficit de vitamina B12 entre los veganos, considero comprensible que algunos de ellos consuman pescado de forma ocasional.
Como crudivegano –y una vez transcurridos los primeros siete años en los que respeté rigurosamente dicha forma de alimentación– me acostumbré a consumir ocasionalmente pescado para situarme así “en el lado seguro” de la vitamina B12. El motivo no fueron los tan ensalzados ácidos grasos omega 3, ni el yodo, ni la vitamina A o la vitamina E –ya que una alimentación crudista equilibrada aporta dichos nutrientes en cantidades adecuadas–, sino la cuestión del complejo vitamínico del grupo B.
Es cierto que la levadura de cerveza seca o la levadura nutricional (enlace en inglés) proporcionan vitaminas del grupo B, pero no la cantidad necesaria de la B12. La cuestión de las vitaminas D y B12 la comentaré más adelante de forma separada y con mayor amplitud. Por otro lado, me gustaría señalar que la levadura nutricional no es un alimento crudo, sino una levadura que se inactiva a altas temperaturas.
En relación con el tema: ¿Cómo me alimento seguramente mal?
Hace algunas décadas los alimentos dulces se encontraban entre los preferidos de los vegetarianos.
Según los estudios realizados a lo largo del tiempo, la alimentación de los vegetarianos es, en determinados aspectos, mucho mejor que la de aquellas personas que siguen una dieta normal o integral. No obstante, debido a la división de los vegetarianos en subgrupos con diferentes enfoques, los resultados son muy distintos según se analice a unos u otros. Precisamente son los pudding-veganos los que hacen un flaco favor al conjunto de los vegetarianos cuando se miden los aspectos saludables del vegetarianismo.
Por último, cabe señalar que las personas que siguen una dieta vegetariana o crudista prescinden con sorprendente frecuencia de la nicotina y del alcohol, o consumen bebidas alcohólicas sólo en raras ocasiones y en pequeñas cantidades.
He elaborado una lista de personas famosas a partir del libro “Warum ich Vegetarier bin” (¿Por qué soy vegetariano?) de Helmut F. Kaplan, Ediciones Rororo, Obra de divulgación nº 9675, año 1995. Por esta razón no puedo garantizar que la lista sea completa, ni determinar si todos los enumerados son o eran realmente vegetarianos y, si lo fueron, durante cuánto tiempo.
Los animales son mis amigos y yo no me como a mis amigos. George Bernard Shaw
Además, la Wikipedia incluye una lista de veganos famosos, así como otra extensa lista de vegetarianos célebres (enlace en inglés).
También es conocida la cita de Wilhelm Busch: Solamente habrá una verdadera cultura humana cuando no sólo comer humanos sino todo tipo de consumo de carne se considere canibalismo
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Sé que Mahatma Gandhi, el fundador del Estado de la India, era crudista. Es probable que también Jesús, como esenio (véase pan esenio, en inglés), fuese vegetariano o vegano. No obstante, debemos mantenernos siempre atentos a la diferencia entre hechos probados y mitos.
La lista, muy incompleta, del año 2001 es la siguiente: la actriz Lil Dagover, el escritor Karl Heinz Deschner, el teólogo Eugen Drewermann, el inventor Thomas A. Edison, Albert Einstein, el actor e investigador independiente (enlace en inglés) O.W.Fischer, la cantante Nina Hagen, la literata Lotte Ingrisch, el cantante Michael Jackson, los escritores Franz Kafka, Manfred Kyber, la cantante Madonna, el músico Paul y Linda McCartney, el compositor Reinhard Mey, el poeta Christian Morgenstern, la pianista Elly Ney, la política Madeleine Petrovic, el escritor Volker E. Pilgrim, Romain Rolland, Jean Jacques Rousseau, la actriz y autora Barbara Rütting, Albert Schweitzer, el escritor y premio Nobel Isaac B. Singer.
En la página web austriaca [vegetarier.at] podemos encontrar otra lista de personalidades famosas del mundo del espectáculo y de los medios de comunicación, cercanas como mínimo al vegetarianismo: Dirk Bach, Kim Basinger, Elisabeth Berkley, Linda Hair, Blümchen, Doris Dörrie, Amelia Fried, Richard Gere, Woody Harrison, Elke Heidenreich, Chrissie Hynde, Stephie Kindermann, Katja Lührs, Stella McCartney, Stephanie Philipp, Kate Pierson, Shania Twain, David Wilms.
Con el término dieta me refiero a un tipo de alimentación no permanente como, por ejemplo, la que se adopta para luchar contra una determinada enfermedad.
Según mi opinión, las dietas crudistas alcanzan su verdadero sentido cuando sirven de preparación para un intento posterior de cambio alimenticio. Las clínicas especializadas, los centros de salud y balnearios ofrecen dietas adaptadas a la consecución de dichos fines. En la mayoría de los casos, contará con la asistencia de dietistas (dietólogos, nutriólogos, nutricionistas) y con personal médico cualificado.
A esto hay que añadir que la comida que elaboran los expertos de este tipo de clínicas especializadas es, con frecuencia, mucho más llamativa y variada que la que usted como principiante puede prepararse en casa. En general también encontrará lecturas adecuadas, personas afines y motivaciones para emprender su propio proyecto dietético. En cualquier caso, debe tener en cuenta que muchas de estas instituciones siguen una vía específica al practicar un determinado tipo de alimentación crudista.
Probablemente descubrirá en dichos centros una fórmula de alimentación crudista muy concreta y una intolerancia hacia el resto de los sistemas nutricionales.
Pruebe, infórmese exhaustivamente sobre las ventajas y los inconvenientes, y solicite que le expliquen claramente las distintas opiniones, ¡no SOLAMENTE ESA!
Mi opinión es la siguiente: El crudismo se encuentra hoy tan alejado de la alimentación normal que los sectarismos son innecesarios y resultan contraproducentes
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![]() | Zona de entrada de un restaurante vegano de California, primavera de 2013. Los menús y las bebidas, así como los precios, pueden leerse en las pizarras. El restaurante es bastante sencillo y limpio. También se ofrecen comidas elaboradas en el mismo restaurante listas para llevar. |
Un consumo parcial de alimentos cocinados tiene efectos más negativos que elegir una fórmula de alimentación flexible dentro de los márgenes del crudismo. Considero crudistas a quienes consumen más de un 90% de alimentos crudos. En realidad, las investigaciones que se realicen sobre las personas crudistas deberían tener en cuenta este último aspecto, ya que los efectos de abandonar el crudismo y regresar de nuevo a la comida cocinada son enormes.
La prevención del cáncer (enlace en inglés) a través de la alimentación todavía no está muy extendida. Traducimos al respecto algunos datos y contenidos de la Wikipedia alemana:
Un mayor consumo de fibra alimentaria reduce el riesgo de padecer cáncer de intestino grueso. Al incrementar la ingesta diaria de fibra alimentaria de 15 a 35 gramos se reduce el riesgo en un 40%.
Un elevado consumo de carne (carne roja) aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de intestino, en cambio el consumo de pescado lo reduce considerablemente. Por cada 100 gramos de carne roja ingerida, el riesgo de padecer cáncer de intestino se incrementa en un 49%. En el caso de las salchichas, incluso en un 70%. Por el contrario, 100 gramos de pescado reduce dicho riesgo a la mitad.
Con cada 80 gramos de fruta y verdura diarios, el riesgo de padecer cáncer de boca, garganta, laringe o esófago disminuye en un 9%. Este efecto se mantiene hasta alcanzar un consumo de 300 gramos al día, mayores cantidades no producen probablemente ningún resultado adicional en la prevención del riesgo.
Un consumo elevado de mantequilla, margarina y preparados de carnes y pescados, en combinación con un reducido consumo de pan y zumos de fruta, eleva el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
A continuación, se cita un estudio del EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition; enlace en inglés) del año 2010 que relativiza dichos datos.
Pensemos ahora sólo en las diferencias de tiempo de tránsito intestinal (enlace en alemán) para ambos tipos de alimentación.
Las mezclas pueden originar fermentaciones (enlace en alemán) y/o procesos de descomposición (enlace en inglés) en el estómago. Con cada comida completa a base de alimentos cocinados se produce un trastorno total del sistema. Si usted lleva uno o más meses comiendo sin excepción alimentos crudos, tome nota de los efectos que puede provocar sobre su digestión y su bienestar un cambio a los cocinados.
Me gustaría comentar aquí la fórmula de alimentación crudista más estricta, la que rechaza cualquier tipo de proteína animal. Con frecuencia se excluye de esta regla el consumo moderado de miel. En el Estudio de Giessen sobre Alimentación Cruda (véase la reseña), se incluyen también crudistas que aplican dicha fórmula hasta sus máximas consecuencias. En estos casos, las aspiraciones de salud se mezclan con las ideas ecológicas y la dramática situación de la cría de animales.
Cada vez más personas están a favor de restringir, por diferentes motivos, los actuales métodos de cría, que son completamente exagerados y perniciosos para el planeta y para nosotros.
Por ejemplo, la organización británica de defensa de los derechos de los animales Peta milita enérgicamente contra el consumo de leche [milcksucks.com]. Mediante tarjetas postales cómicas, la organización nos muestra que la leche engorda, que produce alergias y que está llena de hormonas y sustancias nocivas. [FACTS 20.9.01-117]
Más interesante resulta su presencia en internet. Sus páginas nos señalan numerosos estudios internacionales que demuestran que existe una relación entre el consumo de leche y los productos de origen animal con la aparición de diversas enfermedades. Otros estudios igualmente importantes indican el mismo y claro patrón:
Las razones son claras y las describiré por separado. En el caso de la osteoporosis, si se consulta por ejemplo la Wikipedia alemana y se conoce algo sobre el tema, descubrimos cómo la industria, en connivencia con la “antigua medicina”, manipula desvergonzadamente la cuestión. Traducimos aquí como ejemplo un texto del año 2014:
Para la prevención de la osteoporosis, es decisiva una ingesta adecuada de calcio de aproximadamente 1 gr/día (terapia básica de la Federación Central de Osteología Alemana, DVO; enlace en alemán). Un litro de leche o 100 gramos de queso de pasta dura contienen un gramo de calcio. Además de los lácteos (especialmente la leche y el yogur), las verduras de hoja verde como la col rizada o el brécol también son buenos suministradores de calcio. Los individuos que no consumen leche o queso deben ingerir 800 mg de calcio en comprimidos.
Quienes sabemos lo perjudiciales que resultan los productos lácteos en la osteoporosis no podemos evitar escandalizarnos, y entretanto los pacientes continúan sufriendo. Véase igualmente la siguiente reseña bibliográfica en relación con la nocividad de la leche. Hace tiempo que en la Wikipedia española, o en la inglesa, ya no se encuentran referencias a la leche o derivados lácteos bajo el apartado de la osteoporosis. Igualmente se relativiza el beneficio de la ingesta de vitamina D, pero no se hacen referencias a una terapia alimenticia positiva.
![]() | Menú de un sencillo restaurante crudista de Nueva York, “Rawlicious”. El menú es de la primavera de 2013 y propone ensaladas y entrantes. |
Entre los veganos encontramos el mayor número de sectarismos en temas de alimentación, acaso también en relación con la sociedad. Personalmente considero que se trata de una fórmula de alimentación muy saludable, aunque en mi caso concreto suelo consumir pescado crudo de vez en cuando y, por lo tanto, no puedo definirme como vegano. Me gustaría contribuir con este artículo a "despertar sus cinco sentidos" para que pueda detectar, y en su caso evitar, tipos de alimentación muy estrictos y a la larga menos beneficiosos.
Al grupo de alimentación crudivegana pertenece el movimiento “Living Foods” de la Dra. Ann Wigmore, que estableció las bases del estilo de vida denominado “Living Foods Lifestyle” en Boston, en los años 1960 a 1990. Wigmore falleció en 1994, a los 84 años de edad, víctima de un accidente (murió de asfixia en un incendio). Fundó varios institutos, uno de los cuales aún continúa en funcionamiento en Puerto Rico.
Ann Wigmore destacaba la existencia de métodos de producción de germinados para la alimentación en China desde el año 3.000 a. C., así como las enseñanzas de Hipócrates, hacia el año 400 a. C., que también señalaban en la misma dirección. Paralelamente surgieron en los Estados Unidos otros movimientos crudistas propios.
En Europa también se desarrollaron tempranos movimientos de alimentación crudivegana, que hoy en día han caído prácticamente en el olvido por falta de seguidores. Algunos de estos han fomentado y desarrollado, bajo nuevas denominaciones, fórmulas que se fundamentan parcialmente en aquellas doctrinas.
En Alemania, por ejemplo, existen hoy entre los crudiveganos grupos claramente diferenciados, como los “Sonnenköstler”, que practican la alimentación "solar", o los seguidores de la “Urkost” o alimentación “primitiva” de Franz Konz (ambos enlaces en alemán).
Sin embargo, la mayor parte de los crudiveganos no adoptan ninguna tendencia o limitación en particular. Aunque también los hay que deciden alimentarse sólo a base de una pequeña cantidad de frutas y verduras, o que rechazan determinados alimentos veganos. No puedo juzgar si en estos dos últimos casos la alimentación es lo suficientemente variada. En cuanto a los primeros, sí puedo confirmar que su nutrición es variada y adecuada en cantidad, y que además no supone ningún perjuicio para su salud.
Por otro lado, es cierto que existen limitaciones, derivadas de problemas enzimáticos o como consecuencia de graves operaciones quirúrgicas del tracto digestivo, que exigen eventualmente vías alternativas.
En determinados casos, y como dieta temporal, pueden ser adecuadas ciertas formas de alimentación especial, como las curas de zumos (por ejemplo, la cura de Rudolf Breuss; enlace en inglés) o las dietas que se concentran en unos pocos alimentos diferenciados.
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