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Reseña del libro "La mentira de la alimentación" de HU Grimm

Los alimentos procesados contienen glutamato y edulcorantes que perjudican al sistema nervioso entérico y al cerebro. Véase Ritalina, Alzheimer, etc.

© CC0

Conclusión

En este libro, el autor nos muestra cómo dañamos nuestro cerebro y nuestros intestinos (sistema nervioso entérico, SNE) con platos preparados o ingredientes procesados como las salsas o las especias artificiales, así como los refrescos con azúcar y los dulces.

Presta atención especial al glutamato, nombre común que recibe el glutamato monosódico, y a los edulcorantes como el aspartamo. También habla sobre el "Ritalina" (hidrocloruro de metilfenilato) y algunos aditivos alimentarios, y explica las consecuencias que tiene su consumo.

No obstante, es importante saber que el glutamato monosódico es la sal sódica del ácido glutámico, uno de los aminoácidos no esenciales más abundantes en la naturaleza y por tanto está presente en casi todos los alimentos ricos en proteínas. Tan solo un porcentaje muy reducido de las personas que lo consumen sufren los efectos secundarios del glutamato libre, es decir, no ligado.

Varios investigadores consideran que las alteraciones de conducta en la mayoría de adultos y jóvenes es consecuencia del consumo del glutamato libre. Básicamente la cocción, el secado o la fermentación provocan grietas en las membranas plasmáticas, lo que hace que se forme glutamato libre.

Las fuentes de las que se nutre Hans Ulrich Grimm son, sobre todo, periódicos y revistas como por ejemplo, Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ), Neue Züricher Zeitung (NZZ), The New York Times, Der Spigel, Die Zeit y New Scientist. Sin embargo, solamente selecciona aquellos artículos con una base científica e indica los nombres de los autores de los estudios científicos. De este modo, su análisis es una especie de metaestudio o metaanálisis que ofrece una visión de conjunto sobre el asunto. Siempre que tiene la posiblidad, la industria muestra una visión totalmente distinta. (Ver también medicina y medicina basada en la evidencia).

El libro "Die Ernährungslüge" (La mentira de la alimentación) pone de relieve lo perjudiciales que pueden llegar a ser los alimentos procesados de manera industrial y que, a pesar de ello, la tendencia siga en esta dirección. El libro se lo deja claro a aquellos consumidores que desean saberlo y escucharlo: es necesario volver al consumo habitual de alimentos naturales.

Ver también esta reseña sobre los problemas del consumo de leche— o incluso mejor: la reseña del libro "Milch besser nicht!" (Leche mejor no) de Maria Rollinger.

1. Resumen

Los científicos coinciden cada vez más en que la alimentación puede alterar la composición química del cerebro. No obstante, todavía no se han realizado pruebas de neurotoxicidad de aquellos aditivos que resultan especialmente peligrosos. Para alargar la vida útil del producto y su sabor, la industria introduce gran cantidad de sustancias químicas perjudiciales e ignora los efectos que estas pueden tener en el organismo.

A su vez, esto se traduce en un aumento del número de niños que sufren trastornos del lenguaje, autismo o déficit de atención. En el caso de los adultos, aparecen enfermedades como depresiones, esclerosis múltiple (EM), párkinson o alzhéimer.

La ansiedad, la agresividad, las enfermedades mentales y la forma en que nuestro cerebro experimenta distintos sentimientos están determinados por la composición química de nuestro cerebro. La alimentación y la medicación son el detonante de estos problemas.

Grimm señala que el intestino humano («nuestro segundo cerebro») influye en la salud, el comportamiento y los sentimientos de las personas. El «síndrome del intestino permeable» (desequilibrio en la flora intestinal y pared gastrointestinal dañada) es la causa de enfermedades como el autismo, el alzhéimer, el párkinson o la esclerosis múltiple.

A continuación exponemos algunos datos importantes que le ayudarán a evitar los efectos nocivos de los medicamentos y alimentos de la industria de hoy en día:

  • Una alimentación libre de azúcares y productos lácteos, así como de cualquier tipo de aditivo, mejora los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Ello permite reducir el tratamiento con "Ritalina" entre un 70 % y un 90 %, aunque a veces se puede evitar el uso de "Ritalina" por completo.
  • El sabor que puede matar a las neuronas es el glutamato monosódico, pues se trata de un aditivo que actúa como neurotoxina y es un factor frecuente en las enfermedades neurodegenerativas.
  • El aspartamo es un edulcorante que muchos falsos estudios señalan como un aditivo seguro, pero del que se conocen efectos secundarios como dolores de cabeza, mareos, pérdida de la memoria a corto plazo, trastornos endocrinos y disfunciones sexuales.
  • El consumo de refrescos (cola) y otras bebidas azucaradas, así como de barritas de chocolate, provoca niveles extremos de azúcar en sangre que desencadenan somnolencia, letargo y disminución de la capacidad de prestar atención a los detalles. A largo plazo, estos productos son adictivos y pueden provocar la aparición de diabetes.
  • El ácido cítrico facilita la absorción de aluminio y de plomo en el cerebro. La industria alimentaria lo utiliza en cantidades anormalmente grandes, que es lo que lo hace tan perjudicial y peligroso.
  • Otros aditivos nocivos que debe evitar son el monolaurato de sorbitán (Número E: E 493), el monooleato de sorbitano (Número E: E 494), los emulsionantes E 470 y 476, el edulcorante manitol (E 421), el lactitol (E 966), la isomaltosa (E 953), la goma guar o goma de guar (principal ingrediente de la goma guar) (E 412), los números E comprendidos entre el E 466 y el E 496 (carboximetilcelulosa, CMC o goma de celulosa), el carragenano (E 407) y los sulfitos (de E 220 a E 228).

Si desea más información sobre el tema que trata el libro, puede consultar las reseñas de los libros: "Lügen, Lobbies, Lebensmittel" (Mentiras lobbies alimentos) y "Salt Sugar Fat" (Sal, azúcar y grasas) que tratan el tema de la industria alimentaria.

2. Reseña del libro

El tema del libro se centra sobre todo en el cerebro y el sistema nervioso entérico, una subdivisión del sistema nervioso autónomo que se encarga de controlar el aparato digestivo. Tal como sucedió con el cáncer, la comunidad científica atribuyó la cada vez la mayor incidencia de enfermedades como el Alzheimer y la demencia a una esperanza de vida mayor. En este aspecto, el autor aportará conocimientos nuevos.

2.1. Estragos en el cerebro

El profesor Beyreuther aclara que hoy en día la clase política subestima los peligros que supone para el cerebro nuestra forma de alimentarnos. Señala como lamentable la falta de inspecciones sanitarias con respecto a la neurotoxicidad (neurotoxinas) de los aditivos alimentarios. A su juicio, muchas sustancias son tóxicas para el cerebro y cita:

El procesado industrial de los alimentos excluye muchas propiedades nutritivas que son vitales para nuestro cerebro y añade elementos químicos que le deterioran.

El profesor Beyreuther se dio cuenta de que, en comparación con los individuos sanos, la mayoría de los pacientes de Alzheimer tenían otros hábitos a la hora de alimentarse y hacer sus compras. Relata el ejemplo de una mujer que se alimentaba de forma habitual de fruta enlatada y botes de verduras, que durante toda su vida hizo la compra en el supermercado Aldi y nunca en el mercado (p. 15).

Grimm se pregunta: ¿Nos estamos alimentando de forma absurda?, y se refiere al supermercado como un recorrido de riesgo donde se encuentran una serie de productos que, a la luz de las publicaciones recientes en el campo de la neurociencia, se muestran como los causantes de la atrofia cerebral.

© CC0

El presidente de la Asociación de Alzheimer de EE. UU., Edward Truschke, llegó incluso a afirmar lo siguiente: Nos encontramos inmersos en una epidemia a nivel internacional (p. 16).

Alzheimer

Existen varios estudios que se centran en la salud del cerebro de los niños de hoy en día. Según Klaus Ring, presidente de la fundación para la lectura de Mainz,

Uno de cada cinco alumnos de primaria manifiesta trastornos del lenguaje, el habla y la voz.

Los niños de hoy en día ingieren muchos productos químicos con la comida, algo que hace años no ocurría. La cifra de niños que sufren enfermedades como el autismo o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es demasiado elevada. Los adultos suelen padecer más a menudo afecciones como la depresión, la esclerosis múltiple (EM), el Párkinson o el Alzheimer.

Evidencias científicas que demuestran que la capacidad del cerebro se reduce

Un compañero del doctor Crawford, el profesor Christopher Williams, atribuye a la agricultura industrializada la reducción del coeficiente intelectual promedio. Los fertilizantes de alto rendimiento y las toxinas químicas pueden conseguir que los cultivos exploten de productividad, sin embargo, disminuyen la presencia de nutrientes básicos para el cerebro y el resultado son las transformaciones cerebrales.

La alimentación y las vivencias experimentadas durante los primeros años de la infancia afectan al desarrollo del cerebro

Este libro nos revela que el ácido cítrico, un aditivo que forma parte de la lista de ingredientes de gran cantidad de alimentos, dulces como los ositos de gominola de Haribo y bebidas refrescantes, favorecen la absorción de aluminio en el cerebro, problema muy relacionado con la enfermedad de Alzheimer. Observación: el aluminio también se puede encontrar en forma de aditivo alimentario con el nombre E173.

2.2. Comportamientos inusuales

El autor narra la historia de un niño que sufre autismo, cuya madre —Karyn Seroussi— ha escrito un libro y afirma: Es evidente que lo que nutre a una persona también juega un papel muy importante, sobre todo cuando el alimento cada vez se aleja más de la naturaleza de donde proviene. Cada vez se incluyen más ingredientes químicos en los alimentos que consumimos a diario, lo que puede ocasionar un desequilibrio químico en nuestro cuerpo (p. 35).

Autism: espectacular aumento

Lamentablemente, otros trastornos de la personalidad tambien están aumentando de forma espantosa. En 2001, la OMS declaró que había 450 millones de personas con enfermedades mentales y problemas de comportamiento. Ver también el Teorema de Thomas (p. 37).

© CC0, Stiftung Gesundheit und Ernährung, Stiftung Gesundheit und Ernährung

En el caso de los niños, padecen miedos y desarrollan agresividad.

Estudios recientes muestran la correlación entre los miedos y la agresividad con la química de los alimentos.

Andrew Stoll, profesor y director del laboratorio de investigación farmacológica del Hospital McLean en Belmont, (Estados Unidos), cree que Los enormes cambios en nuestra dieta han contribuido al incremento en el número de trastornos psiquiátricos en los países occidentales.

El médico y psicoterapeuta Josef Zehentbauer opina que el equilibrio de diversos neurotransmisores determina nuestra personalidad: La química del cerebro formula sentimientos, hace perceptibles las experiencias vitales, permite que experimentemos amor, odio, aversiones, agresividad, deseos, sueños, celos y envidia. Hace posible el movimiento y la acción, nos permite almacenar las experiencias hermosas y desechar las desagradables.

Existen 10'000 tipos de sustancias químicas en el cerebro, es decir, hormonas y neurotransmisores que forman el "lenguaje de la personalidad". Las drogas los alteran de forma masiva —al menos por un tiempo determinado— (p. 39).

Según el profesor y doctor Michael A. Crawford, hace 2,3 millones de años los ancestros del ser humano aumentaron su masa cerebral de entre 400 y 500 g hasta los 1500 g actuales. Este crecimiento se atribuye al consumo de ácidos grasos omega 3, a través de la ingesta de pescado procedente de los grandes lagos de agua dulce, ríos y zonas costeras de África. No obstante, resulta sencillo refutar este argumento. Ver la nota.

No es necesario tomar productos de origen animal para conseguir un aporte de omega 3

El neurocientífico de la Universidad de Wisconsin Richard J. Davidson (enlace en inglés) detectó en los casos de agresividad impulsiva, un fallo en los circuitos del cerebro con los que regulamos nuestros sentimientos: una alteración del sistema serotoninérgico (p. 43).

La escritora que hemos mencionado al principio de este apartado llamada Karyn Seroussi y Verena Karg, cuyos hijos sufren el síndrome de Asperger, fueron capaces de demostrar la influencia de la leche y los productos lácteos en el comportamiento de sus hijos: la leche provocaba hinchazón y un fuerte mal aliento en los niños, síntomas que desaparecieron —junto con el comportamiento inusual— cuando dejaron de tomar este alimento.

Los productos lácteos y el gluten agravan los síntomas de autismo

En los años 1960 el doctor Curtis Dohan encontró un nexo de unión entre la esquizofrenia y el consumo de cereales y leche. Al menos hoy en día, la dieta libre de gluten y caseína está comenzando a recibir cierto reconocimiento en los Estados Unidos.

La historia de la exploración del alma y el espíritu

Los expertos sugieren que el autismo puede ser una forma de intolerancia alimentaria. Los péptidos agitan el cerebro Y provocan además un deseo adictivo de consumir las sustancias nocivas (p. 49). La intolerancia alimentaria se debe a la permeabilidad intestinal.

Grimm considera que los purés de patatas de marcas como Pfanni y Maggi son los causantes del problema. Debemos evitar no solo productos lácteos y productos que contengan gluten, sino también todos los aditivos que ataquen al intestino.

La dieta libre de gluten y caseína: avances notables

2.3. El rugido de los dioses: el glutamato

El autor señala que el glutamato, un potenciador del sabor, es especialmente problemático. El glutamato: el sabor que puede destruir las neuronas. El varias veces galardonado profesor Konrad Beyreuther (1941), a quien hemos mencionado anteriormente, está especializado en la genética y afirma: El glutamato es un veneno para las células nerviosas y una sobreestimulación de estas con glutamato se considera hoy en día como un punto crítico para todas las enfermedades neurodegenerativas (p. 28).

Se sabe que el edulcorante químico conocido como aspartamo (E 951) tiene un efecto similar. La droga conocida como LSD (dietilamida de ácido lisérgico) demuestra con qué rapidez se puede influir sobre el cerebro.

Solo ocho o diez moléculas son suficientes para volver loco al cerebro (p. 30).

© CC-by 4.0, Fastily, Ninosan, Dynomat, Wikipedia

El glutamato como aditivo en los productos alimenticios - Beneficios y riesgos

Wikipedia define como neurotoxinas también el alcohol, la atropina, la toxina botulínica, la cafeína y la nicotina. El glutamato también puede ocasionar sobrepeso y diversas enfermedades. A pesar de ello, en 2003, la industria produjo 1,5 millones de toneladas de esta sustancia y la tendencia es al alza. El glutamato es en realidad un polvo blanco que está disponible en esta forma también.

En Japón existe el término umami, que define la quintaesencia de los platos sabrosos por excelencia.

Umami

Los expertos en el placer llegan al éxtasis del glutamato monosódico con la fórmula molecular C5H8 NNaO4. Todo aquel que acuda a comedores públicos y restaurantes lo tendrá difícil para esquivar el glutamato (p. 58).

Grimm nos relata que Resultará más perjudicado todo aquel que disfrute con los alimentos preparados y otras delicias que se encuentran en los supermercados.

También enumera algunos productos típicos que lo contienen y señala que el glutamato a menudo se esconde detrás de nombres como glutamato monosódico, E621 a E625 o como potenciador del sabor.

Sin embargo, la designación «aroma» permite hasta un 30 % de glutamato monosódico.

Glutamato y síndrome de las piernas inquietas (SPI)

En 1866 Karl Heinrich Leopold Ritthausen consiguió obtener ácido glutamico a partir del gluten, la proteína del trigo. En 1908 el profesor Kikunae Ikeda descubrió en Tokio por qué su tofu sabía mucho mejor con una cuchara de consomé de algas que el insípido tofu solo. Un año más tarde Ajinomoto comenzó a producir glutamato.

Glutamato - la historia

Por supuesto, también existen estudios que contrarrestan las críticas al glutamato, ya que los fabricantes tienen mucho que perder. Es importante que la política no considere el glutamato como un factor de riesgo. La mejor estrategia para este caso es financiar a profesores de renombre con influencia, para demostrar la falta de objecciones.

H.U. Grimm informa en su libro, por desgracia distribuido entre las páginas 28, 69, 75, 83 y 91 a 97, cómo se puede desvanecer un asunto.

Cómo las estadísticas se diseñan según los propios gustos para demostrar algo que no existe

Tres sustancias químicas causan la sensación umami: el glutamato monosódico, el inosinato disódico y el guanilato disódico.

El glutamato monosódico es el ingrediente más importante para conseguir el quinto sabor. Solo algunos animales poseen receptores específicos en la boca para sentir el sabor umami. Las algas son los alimentos que mayor cantidad de glutamato monosódico contienen. El glutamato puede ser libre o ligado.

Los efectos del glutamato si este se consume antes o después del arroz no son conocidos. Tradicionalmente, los japoneses y chinos suelen tomar sopas ligeras después del arroz.

Bento Boxes en una tienda de conveniencia japonesa.© CC-by-sa 2.0, Martin Lewison, Wikipedia
Cualquier tipo de comida preparada contiene, por lo general, glutamato. Se encuentra, en especial, en los alimentos ultracongelados, los aperitivos salados, las mezclas de especias, los consomés y sopas de sobre, salsas en polvo, salchichas y jamón.
Lectura recomendada

2.4. El club del azúcar

A partir de la página 79, Grimm habla sobre Dinero y poder: la reacción de la industria ante la crítica. Menciona al científico y toxicólogo, el doctor Hermann Kruse, de la Universidad de Kiel.

Redaction comment

También merece la pena echar un vistazo al siguiente vídeo en YouTube (02.12.2012) que lleva el título "Desinformation als Prinzip" (La desinformación como principio). En el siguiente vídeo de él también, expone otros temas, entre los que se encuentra la acrilamida (04.03.2013).

En el libro tienen importancia posibles trastornos como los dolores de cabeza, los mareos o la amnesia transitoria que puede provocar el edulcorante aspartamo. NutraSweet también comercializa edulcorantes con el nombre "Equal" o "Canderel". El aspartamo tiene un comportamiento similar al del glutamato en el mecanismo de control del cerebro (p. 82).

En el caso del aspartamo, ¡se encontraron incluso datos manipulados!

El médico Russell L. Blaylock cree que niveles muy elevados de aspartamo pueden ocasionar crisis epilépticas e incluso esquizofrenia. Las compañías aéreas advierten a los pilotos de las consecuencias del aspartamo en la cabina; hasta 600 pilotos informaron de síntomas similares. El Grupo NutraSweet intentó —sin éxito— detener la publicación de John W. Olney (p.88). En el lado opuesto, el profesor Friedrich K. Trefz, de la Universidad de Tubinga, afirma que el aspartamo es saludable, ya que es uno de los aditivos alimentarios más estudiados.

Los estudios pagados por las partes interesadas no son malos a priori, sin embargo, el cliente puede simplemente ocultar los resultados negativos

También cita al crítico del aspartamo Mark D. Gold: La autorización del aspartamo es una lección que nos enseña cómo empresas químicas y farmacéuticas manipulan a las autoridades gubernamentales, ejercen influencias sobre las organizaciones e inundan el mundo científico con estudios falsos.

Jacqueline Verrett, investigadora de la FDA se atreve a referirse a ello como un «desastre». El director del grupo de trabajo de la FDA en aquel momento era Jerome Bressler; por ello denominaron a los descubrimientos Informe Bressler.

Las chapuzas y falsificaciones de los estudios

2.5. Cerca de cero

Este capítulo se ocupa de la leche en polvo para lactantes y del estómago vacío de algunos niños antes de ir a la escuela por la mañana. La leche en polvo, según el profesor de medicina Stig Bengmark, disminuye el coeficiente intelectual (CI) de los lactantes un 10 % de media en comparación con la leche materna.

El autor aprecia una falta de hierro, grasa y vitaminas en la comida preparada como los potitos de zanahoria, patata y ternera, y aporta comparaciones y argumentos que lo respaldan. La falta de alimento por la mañana es la causa del bajo rendimiento de los niños en edad escolar.

La comida para bebés de fabricación industrial no es otra cosa que alimento en conserva

También nos muestran las dolencias que padecen tanto niños como adolescentes debido al consumo frecuente de comida rápida. Uno de los motivos es que el alto contenido en fosfatos se fusiona con el zinc.

Jeringa de insulina amontonada sobre una cuchara con azúcar. La diabetes no puede ser tan reducida.© CC0, Myriams-Fotos, Pixabay

Grimm también cita al autor estadounidense Kenneth Giuffre, quien se muestra crítico, en especial, con las subidas y bajadas de los niveles de azúcar en sangre que ocasionan alimentos como la Coca-Cola, la Fanta, las barritas energéticas de chocolate o la Nutella. A corto plazo nos hacen estar más atentos, más alerta y tener la mente más clara, sin embargo, a continuación aumentan nuestros niveles de serotonina, lo que provoca somnolencia, letargo y disminución de nuestra capacidad para recordar detalles.

Además, el autor presenta a los lectores la gran adicción que pueden provocar estas sustancias, ya que activan en el cerebro las mismas áreas que cuando se consumen drogas.

Ciclo de los altibajos en los niveles de glucosa en sangre

Además, el ácido cítrico (E330) desgasta, no solo los dientes, sino también, de forma indirecta, el cerebro.

El autor explica que el ácido cítrico permite que el cerebro absorba con mayor facilidad el plomo y el aluminio.

La industria alimentaria utiliza el ácido cítrico como conservante y como acidificante para homogeneizar; se añade en cantidades de forma artificial y resulta perjudicial.

Aspartamo

2.6. Más que terrorífico

El subtítulo reza Niños drogados: el experimento con "Rital...

Este artículo pone sobre la mesa que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) clasifica el "Ritalina" como un narcótico de clase II: la misma clasificación que la cocaína.

Por encima tan solo se encuentra la heroína. A propósito: "Ritalina" es el nombre comercial del metilfenidato y pertenece al grupo de las anfetaminas.

La sociedad del "Ritalina"

Grimm hace hincapié en los estados que experimentan los niños con este tipo de trastornos. El libro "Das ADS-Buch (El libro ADS)" de Elisabeth Aust-Noel y Petra-Marina Hammer (1999) también tratan este tema.

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)

Grimm señala que, al inicio, cuando se toma cualquier tipo de sustancia química en pequeñas dosis, el efecto es positivo. Hace hincapié en el casi inevitable efecto inverso de estos cuando aumenta el consumo. A modo de ejemplo, menciona varios artistas, entre los que incluye al escritor Ernest Hemingway, quien se trasladaba a mundos diferentes a través del consumo de estimulantes como la absenta, que suele presentarse en forma de líquido verdoso y que también se ha denominado "el hada verde" debido a su color.

Una serie de asesinatos cometidos en 1905 por un individuo bajo los efectos de la absenta fueron el desencadenante de su prohibición en varios países. Sin embargo, en 1998 la UE volvió a aprobar su consumo y en 2005 Suiza también afirmó la necesidad de asumir la legislación de la UE. Las autoridades son conscientes de que la absenta provoca el deterioro físico y mental, según anotó el periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung.

La absenta

Para finalizar, el libro nos enseña que las drogas como el éxtasis o MDMA, la heroína (DCI) o el cannabis en un principio servían como remedio curativo.

En el S. XIX, la farmacéutica Bayer AG comercializaba heroína de forma legal como remedio antitusivo. Fue su potencial para causar adicción o dependencia lo que impulsó a los responsables políticos a prohibir ciertas drogas —o a gravarlas con impuestos elevados—. Los prospectos nos indican con claridad los posibles efectos secundarios, incluida su adicción potencial.

Un niño que ha tomado "Ritalina" durante años, cuando finalmente deja de tomarlo, debe enfrentarse a los mismos problemas que tenía cuando le recetaron "Ritalina". La diferencia es que el individuo ya no es un niño, sino un joven que se quedó en la fase emocional de un niño.

Se enumeran los posibles cambios psicológicos, así como el aumento del riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson con la edad, según el profesor Gerald Hüther.

© CC-0 1.0, congerdesign, Pixabay

Después, Grimm manifiesta las experiencias de Vreni Kälin, quien siguió las recomendaciones del Arbeitskreis Ernährung und Verhalten (grupo de trabajo sobre nutrición y comportamiento) retiró los dulces y los productos lácteos de la dieta de su hijo. De este modo consiguió cambios importantes prescindiendo del "Ritalina". Numerosos estudios científicos demuestran la gran influencia de la dieta sobre el comportamiento de los niños hiperactivos.

Una modificación en la dieta infantil

2.7. De la lata

Este apartado trata la correlación existente entre los cambios en los hábitos alimenticios y el aumento alarmante de enfermedades como el Alzheimer; algo que Edward Trischke, presidente de Asociación americana del Alzheimer (alz.org) clasifica de la siguiente manera: Nos encontramos inmersos en una epidemia a nivel internacional.

Alzheimer: la destrucción del cerebro mediante la alimentación

Distingue un gran número de distintos factores de riesgo, pero considera la dieta moderna como el factor principal. Por fortuna, también es el factor que cada individuo puede elegir con libertad.

La enfermedad no comienza a manifestarse hasta que mueren el 75 % de las neuronas. El daño que una persona joven se está haciendo a sí mismo siguiendo una dieta equivocada es imperceptible.

Los científicos destacan la peligrosidad de componentes como el aluminio o colorante E173, que contienen algunos quesos en lonchas, así como los compuestos de aluminio, que se corresponden con las denominaciones E520 a E559.

Aluminio en el cerebro y glutamato, aspartamo y ácido cítrico

El autor cita al crítico del glutamato Russell L. Blaylock de la siguiente manera:

Es irónico que la industria farmacéutica invierte grandes sumas de dinero en el desarrollo de fármacos que bloquean los receptores de glutamato, mientras que al mismo tiempo la industria alimentaria sigue introduciendo grandes cantidades de glutamato en la cadena alimentaria.

Cuando escribe esto, se refiere al medicamento memantina, que actúa con éxito como bloqueador del glutamato en el tratamiento del Alzheimer.

Para finalizar el autor explica que un exceso de azúcar también puede provocar daños cerebrales. Grimm vuelve a mencionar al profesor Beyreuther que hace hincapié en que los enfermos de Alzheimer muestran una sobrecarga excesiva en su sistema de insulina, algo que también se pudo verificar.

La falta de determinadas vitaminas, supone un riesgo de deterioro mental. Sin embargo, la vitamina E en forma de comprimidos no sirve de ayuda, sino que es preciso ingerirla a través de una dieta natural rica en vitaminas. En la enfermedad de Alzheimer las vitaminas A, C y E son muy importantes, mientras que en pacientes de esclerosis múltiple es más notable la falta de vitamina D.

Azúcar, vitaminas y grasas

2.8. Orejas calientes

En este capítulo aprendemos más cosas acerca de la comida, la mente y el poder de las emociones.

El fatal destino del especialista en explosiones Phineas Gage

Antonio R. Damasio es un neurocientífico que afirma que el cuerpo y el cerebro constituyen un organismo indivisible y que la conciencia también es naturaleza corporal.

Se sabe que el estrés crónico daña las células nerviosas de ciertas regiones del cerebro.

Un ejemplo de ello es el hipocampo reducido de los veteranos de Vietnam. Asimismo, las víctimas de abusos sufren los mismos cambios. Las drogas, así como ciertos ingredientes de la comida, también dañan regiones del cerebro.

Un grupo de autores liderados por el neurobiólogo y profesor Gerald Huether afirma que muchas personas son capaces de evaluar los diferentes efectos de cada uno de los alimentos que toman, en especial si estos les provocan mal humor. No solo las drogas tienen efectos psicotrópicos, sino que algunos alimentos también actúan de esa manera.

Si un alimento estimula la actividad de la serotonina, es decir, que termina en el centro de placer (a través del sistema mesolímbico) se convierte en un alimento con un potencial adictivo muy elevado y esto hace posible la dependencia psicológica.

El chocolate actúa de esta manera sobre todo en las mujeres.

Las personas que toman cocaína muestran un comportamiento similar al de los adictos al chocolate.

Grimm cuantifica la diferencia existente en los niveles de testosterona entre hombres y mujeres en una relación de uno a diez. Incluso una diferencia mínima en los niveles por mililitro de sangre dan como resultado un comportamiento completamente diferente. El autor menciona los diversos ingredientes activos y neurotransmisores de las emociones básicas como la alegría, la tristeza y la ira, cuyos niveles también pueden variar en función de la alimentación.

Diversos ingredientes activos, neurotransmisores y emociones básicas

El autor explica que la luz del sol o el café estimulan la producción de serotonina, que el ayuno lo activa y el alcohol inhibe su absorción. Describe cómo los plátanos o los cereales mejoran el estado de ánimo, ya que la digestión de estos carbohidratos es lenta.

Según la doctora Françoise Wilhelmi de Toledo, directora de investigación en la Clínica Buchinger en Überlingen, la grasa es la Caricia por excelencia. Los ácidos grasos omega 3 envían una sensación de bienestar al cerebro, puesto que aumentan los niveles de neurotransmisores como la dopamina, la noradrenalina y la adrenalina, de modo que la serotonina puede acoplarse mejor a los receptores (p. 175).

Diferentes puntos de vista que ofrece la investigación del cerebro

2.9. El órgano del año

En este apartado, el autor nos orienta con el subtítulo "El sistema nervioso entérico: el estómago también piensa". ¿Por qué el lenguaje popular habla de tener "mariposas en el estómago" o corazonadas? El biólogo celular Michael D. Gershon, publicó en 1981 sus conclusiones al respecto en su estudio sobre el sistema nervioso entérico.

El segundo cerebro - su estómago piensa por sí mismo

Grimm revela numerosos efectos del intestino en nuestra suerte o desgracia. Destaca que en nuestro intestino habitan más de 500 especies de bacterias —realmente en el colon— junto con 100 mil millones de gérmenes. Su peso es de alrededor de un kilo y medio, y son los encargados de procesar los alimentos. Si lo necesita, el intestino hace uso de las células k para destruir a los atacantes.

El autor se centra en la gran cantidad de neurotransmisores (más de 40), como el glutamato, la dopamina, la noradrenalina, los opiáceos endógenos o la benzodiazepina, que ejercen efectos en los seres humanos.

Un intestino desequilibrado está indefenso contra los agentes atacantes; un gran número de "sustancias extrañas" tienen la capacidad de conducir al intestino a la autodestrucción.

Nuevos hallazgos sugieren que un intestino saturado "sustancias extrañas" —en lugar del cerebro— puede ser el desencadenante de enfermedades como el autismo, el Alzheimer, el Parkinson o la esclerosis múltiple. La mente y el cuerpo cambian entre otras cosas debido al intestino.

Leaky Gut Syndrome - Permeabilidad intestinal, "intestino perforado"

Grimm ofrece una lista de varios profesores de medicina que han fracasado en su intento de hacer sonar la alarma. Seguramente piense que le arrojamos demasiadas sustancias a nuestro intestino.

  • Algunas de ellas están consideradas perjudiciales para los órganos internos como el monolaurato de sorbitano (E493) y el monooleato de sorbitano (E494). Según el informe de la Comisión Europea sobre los aditivos, la dosis máxima diaria en niños se supera en más de seis veces (p. 199).
  • Evidencias de que son perjudiciales para el tracto digestivo: los emulsionantes como el E470 o el E476 pueden hacer permeable el intestino.
  • Los edulcorantes como el E421 (manitol), el E966 (lactitol) y el E953 (isomalt) pueden provocar diarrea y distensión abdominal.
  • La goma de guar (E412) facilita absorción de partículas más grandes a través de la pared del intestino.
  • Los aditivos E466 a E469, sustancias que se utilizan como emulsificantes, estabilizantes o espesantes (carboximetil celulosa) pueden provocar diarrea y dolor abdominal;
  • El carragenano también denominado E407 se probó con animales y dio lugar a inflamación intestinal y úlceras, además de retrasar la respuesta del sistema inmunológico
  • Grimm piensa, sin embargo, que los parásitos intestinales más importantes son los sulfitos (de E220 a E228), cuya ingesta en adultos supera el doble de la dosis recomendada y en niños hasta doce veces.

A continuación enumera una serie de fabricantes y productos como ejemplo y un listado de los efectos negativos del glutamato.

El monooleato de sorbitano

Por último, el autor explica que, en enfermedades como el Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, EEB (enfermedad de las vacas locas), o en el autismo en los niños, el cerebro y el sistema nervioso entérico sufren los mismos cambios.

2.10. Escucha las señales

En este capítulo, a partir de la página 207 el autor discute cómo se desequilibran los mecanismos de control debido al consumo de «comida basura» y permuta el cerebro, tal como sucede con el consumo de tabaco o heroína. Y concluye: Son importantes aquellos alimentos sencillos, que no modifican el concepto del cerebro. Pero también sabe que la tendencia se orienta hacia la otra dirección. Los nuevos productos deben reducir los daños que les provoca la tecnología. Menciona algunos ejemplos de Roche o BASF, cuyos productos, según la publicación The Lancet no aportan los beneficios que anuncian.

Después de eso, Grimm explica que el neurocientífico John Ratey advierte de los peligros de una ingesta excesiva de vitamina A y D, porque perturban los procesos neuroquímicos del cerebro. Ratey menciona las indicaciones del fabricante Roche, que indica que las dosis elevadas de ácido fólico dificultan la absorción del cinc y posibemente la vitamina B12. Ello contribuye a que sigan ploriferando suplementos vitamínicos y alimentos enriquecidos con vitaminas.

Grimm también menciona a Wolfram Siebeck y al chef más importante y más influyente en el mundo según el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung: Alain Ducasse, quienes coinciden en una vuelta a la cocina tradicional, con una Cocción ultralarga a temperaturas concretas (p. 221, 222).

2.11. Vocabulario

En las páginas 229 a 271 Grimm ofrece un listado de Lo que es bueno y lo que es perjudicial: el ABC de la nutrición del cerebro. En este apartado se encuentra información en orden alfabético acerca de la aetilcarnitina, el ADHD, el ácido alfa lipoico, el ácido alfa-linolénico, el alcohol... y hasta el zinc y el ácido cítrico. Cada uno de los términos recibe una explicación de media página.

Para finalizar le sigue una bibliografía completa a partir de la página 273 y hasta la 301, donde figuran las fuentes de revistas y periódicos.

3. Acerca del libro

Título Die Ernährungslüge (La mentira de la alimentación)
Subtítulo Cómo la industria de la alimentación confunde nuestros sentidos
Autor Hans-Ulrich Grimm
Editorial Droemer, München
Publicación 2003
Páginas 301, tamaño medio
ISBN 3-426-27286-5
Observaciones

Existe un libro de bolsillo de enero de 2011 con una portada diferente.

Wolfram Siebeck sobre Hans-Ulrich Grimm: La importancia que tiene la perseverancia en la persecución de los falsificadores de aromas... todavía es inconmensurable. Existe un libro de bolsillo de enero de 2011 con una portada diferente.

Reseñas breves de otras fuentes
Contenido y comentarios
Textos de la cubierta y contracubierta
Sobre el autor

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