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La mejor perspectiva para su salud

Reseña del libro "NO MILK!“ (¡Leche no!) de Daniel A.Twogood

Alérgenos lácteos y aditivos en los alimentos pueden conducir a dolor de cuello, dolor de espalda o dolores de cabeza. El estudio de caso con 3000 pacientes ...

© CC0

Conclusión

Los alérgenos y las toxinas pueden ser la causa de muchas enfermedades crónicas. Si padece una enfermedad a la que su médico o especialista no encuentra una causa, intente experimentar con su dieta para averiguar cuáles son los alimentos a los que usted podría ser alérgico. Preste atención asimismo a los aditivos a los que podría reaccionar su cuerpo.

Si eliminamos la caseína (la proteína de la leche) y los alérgenos potenciales, el glutamato monosódico (E621), los aditivos que se encuentran mezclados en la comida preparada, así como las posibles sustancias tóxicas, según este libro, eliminaremos también todo tipo de dolores crónicos de cervicales, espalda o cabeza. El autor también señala otros ingredientes que se encuentran en los alimentos y que pueden ser problemáticos. Un ejemplo de ello son el gluten, la soja, el maíz o los alcaloides de las plantas solanáceas.

El autor del libro y yo mismo —como médico— somos conscientes de que una evidencia científica no es muy amplia si solamente se cuenta con una muestra de 3'000 casos para confirmar o reforzar las afirmaciones que presenta el libro. Las razones para ello son múltiples: se trata de un tema complejo que requiere de la colaboración interdisciplinaria con fisiólogos, bioquímicos y nutricionistas entre otros especialistas. El asunto está muy estrechamente relacionado con los problemas de financiación de grupo de poder de la industria láctea, sector de gran importancia e influencia, y así se explica la falta de conclusiones basadas en la evidencia.

También es probable que muchos pacientes acudan a la consulta del doctor Daniel A. Twogood cuando ya no da resultado ningún otro método. Esto explica el elevado porcentaje de curación.

El autor no se ocupa de todos los problemas que causa la leche, sino solamente de aquellos problemas que originan los alérgenos. Para obtener información completa acerca de los problemas que causan la leche y los productos lácteos en nuestra salud recomiendo leer el libro "Milch besser nicht!" (¡Leche mejor no!) de Maria Rollinger o al menos su reseña.

1. Resumen

El doctor Daniel A. Twogood ha tratado en su consulta a 3'000 pacientes en seis años.

La mayoría de los problemas relacionados con el aparato locomotor desaparecieron o al menos se redujeron significativamente después de que los afectados dejaran de tomar leche.

El autor trabaja como quiropráctico y tiene una consulta privada en California, EE. UU, donde ayuda a sanar trastornos funcionales, en realidad reversibles, del sistema locomotor, que comúnmente también se llaman contracturas o tensiones musculares.

El capítulo La relación con la leche (en inglés: Milk-Connection) relata el caso de uno de sus pacientes, que tras realizar una comprobación minuciosa de sus hábitos alimenticios afirmó que sus dolores de cervicales, espalda y cabeza solían aparecer, por lo general, tras consumir productos lácteos. Durante sus observaciones —que son comparables a un estudio de cohorte prospectivo hipotético—, el doctor Daniel A. Twogood llegó a la conclusión de que la caseína, una proteína de la leche, puede desencadenar una reacción alérgica con gran variedad de síntomas diferentes que van desde el dolor crónico, pasando por problemas en el aparato locomotor, trastornos digestivos y hasta cambios de comportamiento.

Por ello va un paso más allá y escribe: 

En mi opinión, eliminar los productos de origen animal de la dieta es probablemente el cambio más importante que puede hacer una persona por su salud. Sin embargo, muchos programas vegetarianos dependen en gran medida de los productos derivados de la soja y por ello pueden originarse alergias. (p. 138)

Texto de presentación y sobre el autor

2. Reseña del libro

No somos conscientes de que más del 50 % de nuestras enfermedades dependen de nuestra alimentación. Hipócrates solía decir que la clave para gozar de buena salud es seguir un estilo de vida lo más sano y natural posible.

2.1. El origen de las enfermedades p. 24

Hoy en día todos los médicos hacen el juramento hipocrático con el objetivo de no perjudicar al paciente.

Sin embargo, a ojos del autor, actualmente la mayoría de los médicos parecen más bien "respetados prescriptores de medicamentos" (p. 25). "Su objetivo prioritario es conseguir un diagnóstico rápido para, a continuación, tratar al paciente con medicamentos". (p. 27).

No aprovechan la ocasión del primer contacto para recoger el historial de un paciente, que entre otras cosas podría proporcionar información relevante sobre sus hábitos alimenticios. La educación médica tradicional, así como las presiones de tiempo y eficacia que sufren los médicos hoy en día pueden ser la causa de que lo principal sea conocer el diagnóstico. Sin duda, las pruebas médicas instrumentales como las muestras de sangre, los rayos X, la tomografía axial computarizada (TAC) o las imágenes por resonancia magnética (IRM) también son medios muy importantes para detectar posibles afecciones.

Cuando ya se conoce el diagnóstico, la medicina convencional, sobre todo en las disciplinas no quirúrgicas, suele aplicar terapias basadas en productos farmacéuticos.

A pesar de que existe un público más despierto y mejor formado que poco a poco va poniendo en duda estas cuestionables decisiones basadas en que "El medicamento correcto le ayudará(p. 25), estas decisiones siguen estando bien aceptadas por el público general.

Ejemplos de estas enfermedades son las enfermedades hereditarias, los traumas, las infecciones por agentes patógenos, los alérgenos y sustancias tóxicas, así como las enfermedades por causas desconocidas o idiopáticas). En medicina no siempre se encuentran las causas de una enfermedad.

Los hallazgos que hemos recogido hasta ahora en relación con la atención sanitaria provienen del principio ensayo y error (en inglés: trial and error). Los médicos que siguen la medicina basada en la evidencia, en ocasiones parece que considerasen el cuerpo humano como un "parque de ensayos químicos" (p. 26).

Los medicamentos, como toxinas potenciales, confunden y desequilibran el sistema (el cuerpo) donde se encuentran

En el año 1985 el doctor Daniel A. Twogood, comenzó a interesarse por los enfoques de la bioecología tras conocer, gracias a uno de sus pacientes, que los dolores de cabeza, espalda y cervicales habían desaparecido tras dejar de consumir productos lácteos. 

La historia de Robert Ester

Hasta 1985 el doctor Daniel A. Twogood creía que los dolores de cabeza, espalda y cervicales eran el resultado de un trauma en la columna vertebral. Los cambios estructurales conducen a cambios fisiológicos, que a su vez son responsables de la aparición de los síntomas (p. 32). Mediante la manipulación de las estructuras óseas afectadas, los quiroprácticos consiguen modificaciones traumáticas. El precepto de filosofía quiropráctica es determinar las causas de los síntomas con el fin de eliminarlos después (p. 32).

Médicos y quiroprácticos

© CC0, Stiftung Gesundheit und Ernährung, Stiftung Gesundheit und Ernährung

Sabemos que si no existe ningún problema, no es necesario ningún tratamiento. Sin embargo, debido a la responsabilidad que tenemos por nuestro bienestar, tomamos medidas de prevención primaria. Siempre que un especialista de la medicina nos proponga una cirugía invasiva, un tratamiento médico o una dieta, como pacientes tenemos la obligación de decidir si aceptamos el tratamiento que nos han sugerido o no.

Otro problema es que muchos pacientes que sufren afecciones crónicas han visitado infinidad de profesionales como el médico de familia o el especialista, de modo que han recibido varios diagnósticos y han sufrido muchas terapias sin conseguir resultados en términos de mejora. Muchas de estas personas acudirán a la medicina alternativa con el objetivo de encontrar por fin un alivio.

La manipulación de la columna vertebral

Si la quiropráctica fracasa como tratamiento tradicional y los ortopedas y neurólogos también están perdidos, suelen seguir haciéndose más pruebas. Dichos análisis están diseñados para encontrar una aguja en un pajar, pero: "¿Y si la aguja no se encuentra en el pajar?" (p. 36). La aguja está en el pesebre donde comen los animales, sin embargo, por más que se hagan pruebas y análisis, los resultados no indican el origen de la enfermedad y el proceso toma la dirección equivocada.

Según el doctor Daniel A. Twogood los pacientes deben considerar la terapia bioecológica antes de someterse a una operación quirúrgica o a un tratamiento con medicamentos.

Por este motivo, el autor defiende la tesis de que La leche de vaca no es un alimento saludable para las personas. La leche nos hace más daño que cualquier producto para la reforma del hogar que existe en el mercado. La leche no es buena ni para los niños ni para los adultos. La leche de vaca está diseñada exclusivamente para alimentar terneros (p. 42).

Los médicos solo quieren oír aquello que se ajusta a sus convicciones. La teoría que hemos mencionado anteriormente no tiene lugar en la medicina convencional, por lo que hasta ahora ha sido ignorada por los profesionales médicos (p. 47). 

"Todo es veneno, nada es sin veneno. Solo la dosis hace el veneno".

2.2. La relación con la leche p. 50

En el caso de alergia a la leche, incluso cantidades mínimas de caseína provocan dolores de cabeza, espalda y cervicales que pueden durar entre tres y cuatro días. Si una persona alérgica desayuna cereales con leche a principios de semana, el miércoles toma un poco de queso y el fin de semana una tortita (pancake en inglés) tendrá dolores durante toda la semana siguiente.

Por lo general, si la persona es sensible, los síntomas aparecen entre 24 y 48 horas después de la ingesta y pueden durar entre tres y cuatro días.

A los alérgicos a la penicilina no se les indica que pueden tomar "solo un poco" de penicilina, sino que reciben un documento de registro de alergias donde figura que esa persona no puede tomar penicilina bajo ninguna circunstancia.  (p. 76)

Otros alérgenos que provocan sensibilización son el chocolate, el helado y la nata. El chocolate con leche, por ejemplo, contiene, entre otros ingredientes, cacao, leche, azúcar y teobromina; este último se caracteriza por ser un estimulante. La teobromina es similar a la cafeína desde el punto de vista químico. Por otro lado, pensar que el chocolate con leche aumenta la sensibilización es un error.

El desencadenante de los dolores de cabeza, espalda y cervicales es la combinación de azúcar y teobromina, una mezcla que se encuentra presente en todo tipo de chocolate, ya sea blanco, con leche o amargo (negro). (p. 101, 110)    

Por lo tanto, el doctor Daniel A. Twogood aconseja, además de la leche, no tomar chocolate.

© CC0, Stiftung Gesundheit und Ernährung

Muchas personas piensan que hacerse mayor implica tener dolores corporales y simplemente lo aceptan (p. 81). Sin embargo, estas dolencias podrían ser la consecuencia de una alergia a la leche debida a un consumo de leche continuado que los médicos no han podido diagnosticar. Así que, ¿por qué no dejar de lado todos los productos lácteos y esperar a ver si mejoran los dolores?  

Los síntomas como los dolores de cabeza, espalda y cervicales son signos patognomónicos de una alergia a la leche

Las reacciones alérgicas provocan reacciones del sistema inmunológico que en algunas personas pueden ser más fuertes y en otras más débiles. Por lo general ocurren independientemente de la dosis. Los síntomas externos son cambios en la piel o problemas respiratorios; también pueden causar dolor articular y muscular, palpitaciones, somnolencia, cambios de humor, hiperactividad, calambres musculares o incluso conductas antisociales. (p. 59).

Las intolerancias alimentarias y las alergias respectivas son más comunes en nuestra sociedad de lo que algunos de nosotros creemos y muchos médicos sugieren. Un bebé que esté lactando puede desarrollar una alergia a la leche de vaca sin estar en contacto directo con la leche si su madre ha consumido productos lácteos y ha transmitido la caseína al bebé a través de la leche materna.

"Milk, The Deadly Poison" (La leche: un veneno letal) de Robert Cohen.

Tanto la leche de vaca como la leche materna contienen lactosa. Se trata de un disacárido (unión de dos azúcares) formado por dos azúcares utilizables: la glucosa y la galactosa. Para su división y posterior digestión es necesaria una enzima: la lactasa.

Si el organismo carece de lactasa, no es capaz de dividir la lactosa en glucosa y galactosa y acumula la lactosa no digerida (carbohidratos) en las paredes intestinales, donde las bacterias del intestino grueso lo fermentan y convierten en lactato, causando flatulencias. Más tarde ocurre una diarrea osmótica. Esto significa que los ingredientes de los alimentos que no absorbemos, atraen agua al interior del intestino y provocan diarrea.

La presencia de lactasa en el intestino delgado es más alta inmediatamente después del nacimiento para que el bebé pueda asimilar de manera óptima la lactosa de la leche materna.

Con el crecimiento del lactante, la concentración de lactasa disminuye de forma natural y el resultado es que no puede asimilar la lactosa. El bebé deja de tomar la leche materna habitualmente entre los 12 y los 18 meses de vida.

Estamos diseñados únicamente para beber leche durante nuestros primeros meses de vida. Nuestro cuerpo parece saber por naturaleza, cuánta leche necesita tomar. Sin embargo, nuestra sociedad y la medicina moderna han vuelto a plantear la idea con el fin de conseguir conveniencia.

Las alergias no desaparecen por sí solas, sino que permanecen durante toda la vida si el paciente está expuesto al alérgeno

La Asociación Médica Estadounidense y la industria láctea de Estados Unidos han establecido que la ingesta de entre 1'000 y 1'500 mg de calcio al día es el antídoto perfecto para prevenir la osteoporosis. Sostienen, que la leche y sus productos son los mejores proveedores de calcio para las personas. (p. 72)

La mayoría de los asiáticos y los africanos no consumen leche. Sus hábitos alimenticios solo incluyen unos 400 mg de calcio diario y a pesar de ello tienen huesos y dientes sanos. (p. 72)

La absorción de calcio en el intestino delgado depende de la cantidad de fosfato (relación Ca/Ph), así como de proteína que contienen los alimentos suministrados. Si su dieta tiene un alto contenido en proteína, el hígado convierte el exceso de esta en urea y compuestos de nitrógeno que a su vez elimina el riñón. La urea tiene un efecto diurético, mediante el cual se pierden electrolitos entre los que se encuentra el calcio.

La leche de vaca tiene una relación Ca/Ph de 1:2 y es mucho más rica en proteínas que la leche materna, que tiene una relación Ca/Ph de 2:1. Un litro de leche de vaca contiene cerca de 1'200 mg de calcio; sin embargo, un litro de leche materna solo tiene 300 mg. Debido a la "mejor" relación calcio-fosfato y el menor contenido de proteínas, el bebé absorbe un aporte mayor de calcio a través de la leche materna que tomando leche de vaca.

Tomar productos lácteos por el calcio tiene el mismo sentido que fumar para mantener el peso a raya

Sin embargo, la creencia de que la leche es el alimento perfecto sigue siendo firme. La industria agroalimentaria, no obstante, no se ha desprendido de la responsabilidad de la leche como causante de las enfermedades cardíacas y por ello hace todo lo que está a su alcance para no perder a sus consumidores de leche. La industria de fabricación de leche y productos lácteos intenta atraer con su sabor a los más jóvenes.

Asimismo recomienda a las madres que se encuentran en el perído de lactancia que alimenten a sus hijos con comida para bebés procesada (básicamente leche de vaca modificada) para facilitar a los niños la transición a la normalidad. Y una vez más las grandes corporaciones nos inculcan que la leche tiene que ser necesariamente parte de una dieta equilibrada independientemente de si realmente es bueno para nuestra salud o no. (p. 74)

A pesar del ajuste que la industria agroalimentaria ha realizado del contenido de grasa y lactosa en la leche, el origen de la alergia sigue siendo la caseína.

Aunque no consumamos leche directamente, la tomamos todos los días sin darnos cuenta.

Para eliminar los síntomas de la alergia de la leche es necesario eliminar por completo la caseína de nuestra dieta. Una vez hecho esto, los síntomas desaparecen entre 7 y 30 días. Durante la primera semana después de dejar de tomar caseína por completo, algunas personas experimentan un síndrome de abstinencia que se manifiesta, sobre todo a los pocos días, con dolores de cabeza. (p 110, puntos 1-3).

Si alguien es sensible a un ingrediente en particular y deja de tomarlo, también podrá experimentar el síndrome de abstinencia. El fenómeno denominado adicción a las alergias (Allergy-Addiction p. 107) está muy relacionado con el deseo o apetencia descontrolado.

2.3. Otros alérgenos y toxinas p. 11

El doctor Daniel A. Twogood da un paso más y acusa a la dieta estándar americana (también llamada SAD por sus siglas en inglés o dieta occidental de carne y dulces) como la causa del cáncer y otras enfermedades. Cada vez somos más conscientes de que existen ciertas sustancias que tomamos a diario de forma involuntaria con con nuestros alimentos que representan un riesgo para nuestra salud.

La población conoce los riesgos que conlleva la dieta estándar americana, sin embargo, prácticamente nadie sabe en qué alimentos y con qué frecuencia están presentes en los alimentos determinadas sustancias como el glutamato monosódico. No somos ignorantes ni estúpidos, sino víctimas de nuestra buena fe al creer en presuntos expertos que nos confunden y equivocan. Véase también el libro "Salt, Sugar, Fat" de Michael Moss.

"Salt, Sugar, Fat" de Michael Moss.

© CC0, Stiftung Gesundheit und Ernährung

Se nos escapa que la industria alimentaria ya no sobreviviría sin aditivos. Para muchos de nosotros el glutamato monosódico quizá sea un término que relacionamos con el «síndrome del restaurante chino», nombre común para la intolerancia al glutamato. 

Desde hace tiempo somos conscientes de los riesgos que implican nuestros hábitos alimentarios para nuestra salud; pero esto no detiene a la industria alimentaria a desarrollar más productos que nos gustan y se venden bien.

Simplemente omitiendo la toma de la caseína y la ingesta de glutamato monosódico, se pueden tratar con éxito el 99 % de todos los dolores crónicos de espalda, cabeza y cervicales

El autor enumera, además de leche, los alérgenos alimentarios más comunes que consumimos en los países industrializados por orden de frecuencia de consumo: trigo, maíz, soja, huevos, café y caña de azúcar. (p. 138 arriba).

Suponiendo que la mayoría de los síntomas como el dolor de cervicales, espalda y cabeza son de tipo alérgico, el doctor Daniel A. Twogood recomienda que si se ha dejado de tomar caseína y glutamato monosódico y persisten los síntomas, se deje de tomar otro alérgeno como por ejemplo el trigo.

Su contenido en gluten consta de varias proteínas entre las que se encuentra la glutenina y la gliadina, que provocan una inflamación de la mucosa del intestino delgado en casos de intolerancia o sensibilidad al gluten. Como resultado, la mucosa ya no puede absorber bien los nutrientes que se quedan sin digerir en el intestino y esto puede provocar síntomas como diarrea, vómitos, pérdida de apetito y depresión. Otros síntomas comunes de la intolerancia al gluten son los dolores de cabeza, dolores musculares y de las articulaciones. 

2.4. Sintomas p. 174

El doctor Daniel A. Twogood llega a la conclusión de que los alérgenos pueden entrar potencialmente a todos los órganos —incluido el sistema nervioso— a través del torrente sanguíneo y causar más enfermedades. Los síntomas resultantes son muy diversos y pueden manifestarse de muchas maneras. En ocasiones las dolencias pueden ser transitorias o afectar solamente a una parte del cuerpo o a una extremidad.

Túnel carpiano, esclerosis múltiple, dolores de cabeza y cáncer

En ocasiones el cuadro de una enfermedad no está claro ni para el médico ni para el paciente y a menudo se diagnostica un problema de salud mental, cuando lo que el paciente tiene en realidad es una alergia. Aunque los médicos son conscientes de que los nervios se irritan de forma física y química, por lo general esta irritación tiene una causa física, aunque el paciente no haya sufrido ningún trauma físico.

Pero vivimos en un entorno en el que abundan las sustancias que desencadenan una respuesta inmune. El contacto con un antígeno, entre los que también se incluyen los alérgenos, no sólo conduce a una respuesta inmune protectora, sino que también puede conducir simultáneamente a daños en los tejidos.

Hoy en día los fabricantes consideran saludable un muesli crujiente de siete cereales al que se pueden añadir pasas o copos de maíz crujientes azucarados, ambos con leche o yogur.

Sin embargo, la alternativa saludable es el Muesli Erb. La diferencia principal con el muesli tradicional es que nunca se añade leche ni productos lácteos a los cereales germinados con un bajo contenido en gluten como la avena o la cebada, o a los cereales sin gluten como el teff o el mijo.

El "Erb-muesli" sin gluten: le falta el jugo de dos naranjas y un limón, debe ser el primero.© CC-by-sa 2.0, Ernst Erb, Foundation Diet Health Switzerland
El Muesli Erb - la alternativa saludable

2.5. Historias reales  p.192

El autor nos presenta 20 experiencias reales en 20 páginas. Ambos sexos están representados: la paciente más joven tenía 13 años y el más mayor 72.

Historias de pacientes

El dolor de cabeza, cervicales y la parte inferior de la espalda constituyen la gran mayoría de los casos.

En algunos pacientes la mera ingesta de un batido de chocolate con leche es suficiente para desencadenar los síntomas, que suelen aparecer más adelante (a veces después de dos días). Tras dejar de consumir productos lácteos los dolores desaparecían, en su mayoría, entre dos y cuatro días después.

Cuando se tomaba un helado de forma ocasional, el dolor se producía sólo dos días después de la ingesta. El autor escribe sobre varios pacientes que, o bien pensaban que posteriormente podrían volver a tomar estos productos, o bien no creían en el efecto de esta medida, sino en el tratamiento quiropráctico.

Estos pacientes volvieron donde él y le informaron de que el dolor aparecía y desaparecía con el consumo y la eliminación de los productos lácteos de la dieta. A otros les ocurría con el chocolate.

El doctor Daniel A. Twogood también menciona tres casos de problemas otorrinolaringológicos.

El autor destaca que, sobre todo —pero no solo— en personas mayores, los problemas desaparecen en un plazo de 30 días.

2.6. Normas para la salud p. 213

Parece como si, cuando envejecemos renunciamos de forma consciente a los caprichos (golosinas) porque conocemos los riesgos que su consumo conlleva. La juventud en los países industrializados, sin embargo, no tienen interés en renunciar a nada. Las familias promedio de hoy en día pueden permitirse muchos lujos; pero para ello tanto el padre como la madre han de ir a trabajar. El resultado es que los niños y adolescentes no están bien atendidos en casa y se alimentan de comida basura. (pág. 215)

La clave para gozar de buena salud es seguir un estilo de vida lo más sano y natural posible.

Lo que hoy en día se denomina "dieta equilibrada" es una forma de alimentación completamente desequilibrada. Se ha implantado una imagen distorsionada de la "leche y el pan", así como de lo que es natural en relación con nuestra forma de alimentarnos. Para enmascarar los hechos, se emplean eufemismos como "alimentación completa", alimentos integrales o alimentos completos

Wikipedia recomienda en su artículo en alemán sobre alimentos integrales (noviembre de 2014) lo siguiente: Los cereales y la leche, así como los productos lácteos deben consumirse cada día

A propósito: la leche y el pan han sido modificados enormemente desde el final de la segunda guerra mundial comenzando desde su cultivo (semillas, fertilizantes, productos fitosanitarios; selección animal, cría y alimentación del ganado). Y no nos olvidemos: para poder vivir sin dolores hemos de intentar eliminar de nuestra dieta los alérgenos y toxinas, así como los estimulantes y sedantes.

2.7. Conclusión p. 248

Aunque la mayoría de las enfermedades son de origen alimentario, la gran mayoría de la población todavía no cree en esta afirmación. Sería necesario que la industria dejase de comercializar la leche como el alimento básico y saludable por antonomasia. Muchas publicaciones y estudios señalan que la leche de vaca no es saludable para las personas.

3. Acerca del libro

Título NO MILK
Subtítulo Una solución revolucionaria para el dolor de cabeza, espalda y cervicales
Autor Daniel A. Twogood, D.C.
Editorial Wilhelmina Books, California
Publicación 1991
Páginas 261
ISBN 0-9631125-0-3
Observaciones Además de la leche, el autor analiza otros posibles alérgenos y toxinas que pueden causar dolores crónicos. D.C. significa Doctor en Quiropráctica.
Breve resumen de la reseña de Amazon
Bibliografía p. 253

 

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