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Potasio, K

El potasio (K) es un macroelemento esencial presente en la mayoría de los alimentos y es importante para la regulación del potencial de membrana de las células.

En conclusión:

Una alimentación vegana equilibrada y natural cubre las necesidades de potasio con más eficacia que una alimentación omnívora. Se alcanzan las necesidades diarias casi automáticamente.

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El potasio (K) es un macroelemento esencial y forma parte del grupo de los metales alcalinos. Un macroelemento esencial es aquel que el propio organismo no es capaz de fabricar por sí mismo, pero que es necesario en determinadas cantidades. Como principal ion intracelular (K+), el potasio es responsable de la ósmosis de cada célula.

Fuentes:
Buenas fuentes de potasio son las hierbas, las leguminosas y los frutos secos como el perejil seco (2680 mg/100g), la albahaca seca (2630), las alubias blancas (1795), las almendras (730) y los garbanzos (720) y también verduras como la espinaca (560) o los canónigos (460). Una fruta que contiene mucho potasio es el plátano (360).3

Pérdidas durante la conservación y preparación:
El potasio se pierde al lavar los alimentos y al cocinarlos en agua. Por eso, es mejor no lavarlos durante mucho tiempo y no desechar el agua de cocción.

Absorción y metabolismo:
El potasio se absorbe de forma rápida y altamente eficiente (≥ 90 %) en las porciones superiores del intestino delgado, por difusión pasiva. La absorción intestinal es, en gran medida, independiente de la cantidad ingerida y se sitúa entre los 2,7 y los 5 g/día.1 Una carencia de magnesio reduce la absorción de potasio. Los riñones, principalmente, regulan el balance de potasio en el organismo.1, 2

Almacenamiento, consumo, pérdidas:
A diferencia del sodio, el potasio se localiza en su mayor parte a nivel intracelular (dentro de la célula). El potasio es cuantitativamente el catión más importante en el espacio intracelular. Aproximadamente el 98 % del total del contenido de potasio del cuerpo humano se encuentra en el interior la célula. El contenido total de potasio en el organismo en promedio es de unos 140 g en los hombres y unos 140 g en las mujeres. El contenido de potasio de las células varía en función de cada tejido y es la expresión de su actividad metabólica. Así pues, las células musculares contienen la mayor parte del mineral (60%), seguidas de los eritrocitos (glóbulos rojos) (8 %), las células hepáticas (6 %) y otras células de los tejidos (4 %).1, 2, 4, 5

La regulación de la homeostasis del potasio o la redistribución del potasio entre los espacios intra y extracelular se realiza a través de la insulina (hormona que reduce los niveles de glucosa en la sangre), la aldosterona (hormona esteroidea) y la catecolamina (hormona o neurotransmisor estimulante del aparato circulatorio). Además, el equilibrio entre la cantidad de potasio intracelular y de potasio extracelular está determinada por el magnesio y el valor del pH en sangre.
La absorción del potasio del cuerpo se realiza, principalmente, a través de los riñones, que también eliminan el exceso del mineral a través de la orina. Diversos factores pueden influir en la excreción de potasio, por ejemplo, una elevada ingesta de sodio (antagonista del potasio) provoca pérdidas.1, 2, 4

Síntomas y causas de carencias:
Una hipocalemia (carencia de potasio) suele atribuirse a unas pérdidas excesivas de potasio, por ejemplo, en caso de vómitos duraderos o con la toma de diuréticos. Los síntomas de una carencia de potasio son fatiga, debilidad muscular y calambres, estreñimiento, flatulencias y dolor abdominal.
Una hipocalemia grave puede provocar parálisis musculares, arritmias cardíacas y paro cardíaco y requiere un rápido tratamiento médico. 1, 4

Suplementación excesiva:
Las personas con una insuficiencia renal aguda o crónica (debilidad renal) o una insuficiencia suprarrenal (enfermedad de Addison) sufren de un trastorno en la homeostasis del potasio debido a una disminución importante de su excreción renal. Además de los trastornos renales, entre otros, las siguientes enfermedades o factores pueden ir acompañados de un exceso de potasio: diabetes mellitus, falta de insulina, hipoaldosteronismo (falta de aldosterona), acidosis (acidificación del cuerpo) e insuficiencia cardíaca.

El aumento de los niveles de potasio provoca la reducción del potencial de membrana de las células nerviosas y musculares. Esto se manifiesta en síntomas neuromusculares, como: debilidad muscular general (piernas cansadas y trastornos respiratorios), parestesias en manos y pies (falta de sensibilidad como cosquilleos, adormecimiento y picazón), parálisis (sólo en casos extremos) y arritmia bradicardia (ritmo cardíaco lento).1, 2, 4, 5
Funciones:

  • El potasio es responsable del volumen celular y de la regulación del equilibrio hídrico, además del mantenimiento de la presión osmótica en la célula.
  • Mantenimiento de la diferencia de potencial en las membranas. Con esta función, el potasio es especialmente importante para la excitabilidad celular, es decir, la excitabilidad neuromuscular y la conductividad eléctrica cardíacas normales. Para poder mantener este potencial de membrana, es muy importante la relación entre el sodio y el potasio en la alimentación, o sea, un balance equilibrado entre ambos.1, 2
  • Regulación del crecimiento celular.
  • Procesos de transporte en el riñón y el intestino, entre otras cosas, de glucosa y aminoácidos.
  • Mantenimiento de una presión sanguínea normal.
  • Regulación del equilibrio ácido-base
  • Influencia en la liberación de hormonas (p. ej.: insulina de las células beta).
  • Utilización de los glúcidos y síntesis de las proteínas (síntesis y degradación de uniones de fosfatos ricas en energía en el metabolismo intermediario).
  • El potasio favorece la retención del calcio en los riñones..

Un metaanálisis de regresión de un total de 67 estudios controlados clínicamente llegó a la conclusión de que una reducción del sodio (p. ej., reducción de la sal común) y una mayor ingestión de potasio puede contribuir de manera decisiva a prevenir la hipertensión y la apoplejía (derrame cerebral).6

Bibliografía:

  1. Biesalski HK, Fürst P, Kasper H, Kluthe R, Pölert W, Puchstein Ch, Stähelin HB. (1999). Ernährungsmedizin. (pp. 125-126, 167-169). Stuttgart: editorial Georg Thieme.
  2. Biesalski Hans Konrad y Grimm Peter. (2004). Taschenatlasder Ernährung. (6ª edición). Stuttgart y Nueva York: editorial Georg Thieme.
  3. Base de datos de composición de alimentos del Ministerio de Agricultura de Estados Unidos.
  4. Elmadfa Ibrahim y Meyer Alexa. (2015). Ernährungslehre. (3ª edición). Stuttgart: editorial EugenUlmer.
  5. De Groot Hilka y FarhadiJutta. (2015). Ernährungswissenschaft. (6ª edición). Haan-Gruiten: editorial Europa-Lehrmittel.
  6. Geleijnse JM, Kok FJ, Grobbee DE: Blood pressure response to changes in sodium and potassium intake: a metregression analysis of randomised trials. J Hum Hypertens. 2003 Jul.17(7): 471-80.
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